Hoy es 28 de diciembre, por lo que ante cada llamado extraño, diálogo inesperado o noticia un tanto disparatada habrá que tener cuidado, ya que sin dudas se tratará de una broma del Día de los Inocentes.

Ahora bien, ¿cómo nace esta tradición? ¿Desde siempre los chistes fueron los protagonistas de uno de los últimos días del año? En primer lugar, vale dejar en claro que no hay evidencia histórica que marque el principio del llamado Día de los Santos Inocentes.

Aclarado este punto, los libros de historia nos llevan a la época del cristianismo y al nacimiento de Jesús de Nazaret.

Cuenta la leyenda que, con el fin de eliminar al hijo de Dios, el rey Herodes I el Grande mandó a asesinar a todos los chicos menores de dos años que hayan nacido en Belén.

Sin embargo, también existen algunas confusiones de acuerdo a los días, sobre todo a raíz del Evangelio de Mateo, texto que marca que la trágica decisión habría ocurrido apenas pasada la visita de los Reyes Magos, es decir, entre el 6 y el 8 de enero.

Ahora bien, el 28 de diciembre se “celebra” el Día de los Santos Inocentes en los países de habla hispana. También es cierto que no debe confundirse con el primero de abril, donde en varias regiones se conmemora el Día de las Bromas de Abril (April fool´s day).

Volviendo al Día de los Santos Inocentes, las historias marcan que Herodes creyó haber eliminado a Jesús y de esta manera vivió muchos años.

Ahora, conocida la historia y sabiendo que es 28 de diciembre, mucho cuidado al atender el teléfono, recibir alguna visita extraña o simplemente un mensaje un tanto raro en el teléfono celular ya que de manera inocente, uno puede convertirse en otra víctima del día más bromista del año.