Ace Frehley saldó su deuda con Argentina
Qué difícil es hacer una reseña cuando el espectáculo que se está analizando lo brinda una de las personas que marcó a fuego la vida de quien escribe. A alguien que ya no le importan los años del artista, o que las épocas doradas con el maquillaje del Hombre del Espacio hayan quedado bien atrás. Mucho menos rebuscarse para hacer una crítica del guitarrista que, con un simple riff, tiene la capacidad de transportarme al cuarto de mi adolescencia, donde solía disfrutarlo en un cassete grabado por amigos, frente a un enorme póster con su guitarra humeante.
Lo cierto es que Ace Frehley pasó por Argentina, donde dio cuatro conciertos (The Roxy Live, teatros Vórterix de Rosario y Capital Federal y el Teatro Flores) y reavivó el idilio con el público argentino que supo esperarlo por tantos años (fue su primera visita como solista y la última vez que vino junto a Kiss fue en 1999).
La excusa fue la presentación de su último material, Origins Vol. 1, aunque solo tocó Emerald en The Roxy Live y en Rosario –obviamente que Parasite y Cold Gin se la contaremos al repertorio de Kiss y no a su álbum de versiones editado en abril de 2016.
Acompañado por un histórico ladero como Richie Scarlet en guitarra, el brillante Chris Wyse (ex The Cult) en bajo y Scot Coogan (supo trabajar, entre otros varios artistas, con las Brides of Destruction de Nikki Sixx y Lynch Mob), a Frehley se lo vio intacto. Con lo mejor que se le puede decir a un músico de estas características: si en ese momento alguien del público cerraba los ojos y se limitaba a escuchar, sabría de inmediato que el sonido proveniente de la guitarra era del legendario Ace, quien supo darle el toque más rockero y sucio a la primera (y dorada) época de Kiss.
Por otro lado, cada uno de sus músicos tuvo un momento para lucirse, Coogan comenzó con un aporte vocal en los clásicos Love gun y Detroit Rock City, Wyse hizo un solo que incluyó fragmentos de la película El Exorcista, N.I.B de Black Sabbath y además cantó Strange ways y finalmente Scarlet, que revivió la etapa solista de Frehley de finales de los ´80, con 2 Young 2 die, dedicada a la memoria del fallecido baterista Eric Carr.
Hubo tiempo para clásicos de todos los tiempos, como Rock soldiers, Rip it out, Snowblind, o New York groove y de su disco Space Invader solo tocó Toys.
Para el final, los clásicos de Kiss partieron del escenario y nos remontaron a los amados Alive I y II, primero con Shock me y Cold Gin, para el primer cierre y con un público enfervorizado que contagió a los músicos que dejaron todo sobre las tablas y finalmente con el doblete Detroit Rock City y Deuce.
Ni siquiera hubo tiempo para lamentarse si faltó alguna u otra canción del enorme repertorio de clásicos de Frehley (bueno, si me dejan no hubiera estado mal Talk to me y Do ya), lo que realmente importó es que tuvimos una cuenta pendiente saldada y disfrutamos la venida del Hombre del Espacio, que brindó un encuentro cercano del tipo Rock.
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2 Comments
Hermosa reseña lml
Vino dos veces con Kiss, 1997 y 1999.
Saludos.