Si bien se lo reconoce como un gran dibujante e historietista, en los últimos tiempos Ricardo Siri Liniers ha sabido cosechar otras facetas, donde traspasó las viñetas de los diarios, las revistas y cuanta publicación haya aparecido hasta llegar, por ejemplo, a compartir escenario con el músico Kevin Johansen.

Pero su última locura ha sido el espectáculo de stand up que creó con su colega chileno Alberto Montt, Los Ilustres, que ya se ha presentado en el país y en otros puntos de Latinoamérica, siempre con gran éxito y convocatoria, al punto en que este sábado 29 y el domingo 30 estarán en un doblete que se realizará en El Teatro Bar de La Plata y el Teatro Xirgu Untref.

Actualmente residente de la ciudad norteamericana de Vermont, donde fue invitado por una universidad de historietas, charló de manera exclusiva con La Vereda, donde brindó detalles del origen de esta idea, los proyectos y varias cosas más.

¿Cómo nace la idea de realizar un espectáculo de estas características?

La idea nace porque Alberto y yo somos muy amigos; nos conocemos, nos hemos presentado muchos libros el uno al otro y siempre esas presentaciones terminan más en lo extraño que en algo muy técnico sobre los libros. Nos vamos por las ramas y tratamos de hacernos reír a nosotros mismos y en algún momento nos dimos cuenta que la gente se reía mucho, que por ahí podía salir esto del stand up.

En la charla, el humorista gráfico se reconoció fanático, al igual que Montt del “stand up en sí, de escuchar a George Carlin o Lenny Bruce o bueno, Eddie Murphy o el que sea” y agregó: “a mí un tipo con un micrófono, que me hace reír, ya compro”.

A raíz de esto, y en palabras del artista, “en algún momento con el Montt dijimos ‘bueno si le agregamos ilustración a esto puede haber algo que puede llegar a ser original’ y armamos alrededor de ese concepto el stand up ilustrado”.

Prácticamente han llenado todos los lugares donde se presentaron. ¿Qué cosas ve o puede llegar a apreciar la gente a diferencia de los trabajos publicados?

Una gran diferencia que hay entre Macanudo, si querés, y Los Ilustres, es que si en Macanudo me porto bien y trato de ser optimista y mostrar una versión creíble del mundo (porque básicamente para mí siempre Macanudo sale en un diario, que es un lugar donde nos da tantas malas noticias, que hago un esfuerzo por ser optimista); en Los Ilustres es lo opuesto, es como más catártico y también es de humor más negro, oscuro y ácido y no recomendable para niños.

Cada tanto veo a una mamá que trae al hijito pensando que van a ver Olga el Musical y…(risas) ese es el último día de la infancia de ese niño, porque se puede poner oscuro. Pero nos reímos mucho.

Creo que el stand up genera un tipo de humor que no lo genera a veces el dibujo, otras veces sí porque tengo libros y publicaciones que son más oscuras pero es un lugar para portarme mal.

¿En el espectáculo predomina el humor de los personajes o se puede ver una faceta distinta en cuanto a sus personalidades?

En el espectáculo no aparecen los personajes ni siquiera, es una cosa más de nosotros. No le veo mucho espacio a los duendes dentro de los delirios que decimos, pero igual cada tanto a Montt le da por dibujar a Olga. A veces intenta unas Olgas anatómicamente correctas, o incorrectas, porque yo no sé si Olga es varón o mujer a esta altura del partido. Pero no está relacionado a los personajes, va por otro camino, por algo más hasta personal y de un humor mucho más negro.

¿Cómo se produjo la unión con Alberto para este proyecto?

Con Alberto se dio una especie de unión trasandina de dos hermanos que no se conocían, porque la verdad es que es uno de esos tipos de los que me hice amigo muy rápido. Me pareció similar a lo que pasó con Kevin (Johansen), a quien conocí y muy rápido éramos muy amigos.

La verdad es que a ninguno de los dos se nos ocurría que íbamos a terminar haciendo esto, pero también se fue dando como de a poco y a medida que nos íbamos haciendo más amigos nos dábamos cuenta que uno podía por ahí confiar en el otro para meterse en esto. Fue gradual, nos salió medio juntos el hecho de charlar y decirnos ‘bueno pero capaz que hay algo acá’.

¿Qué cosas disfruta más de Alberto sobre el escenario?

Me divierto mucho con Alberto en el escenario. La verdad es que yo voy al show para ver la mitad del show de él. Yo sé más o menos lo que voy a decir, pero con Alberto nunca sabés (risas). Me hace reír mucho, es como…tiene una manera de encarar la vida. Pero tiene una manera que me hace reír mucho abajo del escenario también, así que básicamente yo voy de espectador y el precio que pago es tener que hablar yo un rato y decir algunas cosas, pero me hace reír mucho.

Tiene una relación muy interesante con su sistema intestinal, su sistema digestivo y (risas) no hay una noche que no me haga reír con sus explosiones digestivas.

¿Qué elementos le suman más a la hora de componer un personaje?

A la hora de componer personajes, obviamente sobre el escenario, seguramente que hay algo de personaje en Los Ilustres, porque cuando uno se para en el escenario inventa una versión un poco paralela a la de uno. Yo no soy, nunca fui de ponerme a hacer chistes o ser centro de atención en una fiesta de amigos, pero en el escenario sí, entonces uno inventa ahí un personaje.

Los personajes en la historieta, en cambio, son otros. Son como pequeños detalles de la personalidad de cada uno. Yo siempre pienso que si se agarran todos mis personajes y los juntan en una masa, el resultado doy yo más o menos. Va por ahí la aparición de los personajes, y es gradual, no es que aparecen ya completamente formados el primer día que los dibujás. Van creciendo en tu cabeza y a medida que los vas desarrollando los vas conociendo.

Incursionó en un espectáculo musical junto a Kevin, ahora está el Stand Up Ilustrado. ¿En qué otras facetas le gustaría incursionar?

La verdad que lo del stand up y lo del show musical con Kevin estaban tan lejos de mi mente hace diez años, o quince. Nunca me hubiese imaginado ni que los pudiese hacer. Así que a futuro no tengo la menor idea. También actué en una serie que se llama Eléctrica. Y cuando digo actué me da mucha vergüenza decirlo (risas) porque “vamos a actuar” es otra cosa. Pero son cosas que no hubiese imaginado hacer, entonces, si me decís qué voy a hacer para adelante, no sé, porque no me lo puedo imaginar. Capaz que sea corredor de rally, que se yo… (Más risas). Esto ha sido tan sorpresivo…el primer sorprendido de estar arriba de un escenario soy yo, pero me gusta que la vida viene con muchas sorpresas y que uno no puede esperar, ni armar ni prepararse, sino una vez que llegan a disfrutarlas y/o bancarlas.

¿Cómo sigue este proyecto para el resto del año? ¿Se podrá ver en otros puntos del país?

El resto del año, está medio difícil porque como estoy viviendo en Vermont, donde hay una universidad de historietas que me invitó a estar acá un tiempo, se complica un poco las idas para allá. Si sé que a fin de año estaremos por armar por ahí una gira por España, que me intriga mucho porque, vamos a ver… creo que a los españoles como les gustan las películas de Ricardo Darín, escuchan acento argentino y ya medio se ríen, así que voy a tratar de zafar por ahí (risas), pero nos gustaría.

La verdad es que cuando se presentan oportunidades de hacer el show tratamos de aprovecharlas porque lo disfrutamos mucho. Nos reímos de viaje, pero bueno los dos también tenemos nuestras familias, nuestras hijas niñitas y cuesta irse mucho tiempo. Así que es un tire y afloje pero creo que lo disfrutamos los dos tanto que lo vamos a seguir haciendo hasta que ya sea papelón.

Hace años que la venta del diario en papel, como así también las revistas, viene en caída, justamente espacios donde más puede verse la obra de los historietistas. ¿Hay otros espacios para mostrar nuevos talentos?

Uno siempre piensa o la gente siempre se asusta cuando aparece un adelanto tecnológico como Internet, entonces por ahí dicen ‘no, va a desaparecer el diario…’ pero bueno, con la fotografía iba a desaparecer la pintura y con el cine iba a desaparecer el teatro y con la televisión iba a desaparecer el cine y con el Mp3 iban a desaparecer los discos y la verdad es que al final nada desaparece, todo se va como acumulando.

A mí no me importa mucho porque legado me está llegando un artista, si lo estoy viendo en la televisión o si lo estoy escuchando en un disco o si estoy en un teatro…si algo me conmueve, me conmueve y listo. Entonces los historietistas, si desaparece el diario, estarán online y si no lo están harán su fanzine o si no lo hacen, pintarán graffiti en la calle, pero la función artística no creo que esté relacionada a la tecnología. La mente creativa va a existir siempre y después, las diferentes técnicas o tecnologías nos van a estar dando oportunidad. Creo que este es un momento súper rico, por más que cierre alguna u otra revista, nunca hubieron tantos periodistas haciendo periodismo; nunca hubieron tantos dibujantes dibujando, tantos cineastas haciendo cine, tantos músicos pudiendo grabar discos, porque la revolución tecnológica es esto, estar hablando con vos por un teléfono a diez mil kilómetros de distancia, nos hizo muy accesibles para distribuir nuestro arte. Es posible que uno no se vuelva megallonario como Madonna, pero creo que si uno es músico va a poder encontrarle la vuelta para ser músico y si uno es historietista y quiere contar sus historias, con dibujos y texto…y…Hay más, no menos. Creo que hay más espacios. Por ahí cierra un diario pero abren 18 mil espacios en Internet así que, a trabajar y ver cómo hacemos para contar cosas.