Fito Páez presentó La ciudad liberada con dos funciones en el Luna Park
Fito Páez presentó La ciudad liberada, su 23° disco de estudio, con dos funciones colmadas en el Luna Park, cuyo público disfrutó la llegada de las nuevas canciones como así también los éxitos de toda la carrera del artista rosarino.
Con más de dos horas de concierto, Páez utilizó listas similares ambas fechas (el sábado interpretó “Yo vengo a ofrecer mi corazón a cappella y “Dar es Dar”, canciones ausentes el domingo).
Con respecto a las canciones que forman parte de “La ciudad liberada”, dejan en claro su contexto de compromiso social, con un grito de igualdad que hace hincapié en la cantidad de gente en situación de calle (el disco está inspirado en el Centro de Integración Monteagudo), pero también obliga a reflexionar sobre la escala de violencia inusitada que se vive a nivel mundial.
A Fito lo acompañó una banda ajustada, que respondió en cada uno de los momentos. Con el debutante Juani Agüero en guitarra, a quien el propio Páez se encargó de destacar ya que tuvo su debut triunfal en el tradicional recinto de la Avenida Corrientes y Bouchard, el clásico dúo rítmico conformado por Diego Olivero en el bajo (“Mí músico favorito en el mundo”, según Fito) y Gastón Baremberg en la batería, los teclados de Juan Absatz y los coros de Julieta Rada, hija del querido Negro Rubén. Además, en varias de las canciones y en ambas fechas, se sumó como corista invitada Fabiana Cantilo, la “estrella solar que me acompaña todos los días”, como la destacó el músico.
Vale destacar que Páez se tomó en serio la presentación del flamante trabajo, ya que tocó 11 de las 18 canciones que integran la placa.
Otro de los invitados fue el músico rosario Coki Debernardi, quien interpretó Medallita y Polaroid de la locura ordinaria.
“Islamabad” fue la última de las canciones nuevas que Páez tocó antes de brindar una seguidilla de clásicos que incluyó “Circo Beat”, “Brillante sobre el mic”, “Ciudad de pobres corazones” y “A rodar mi vida” (el sábado se sumó “Yo vengo a ofrecer mi corazón”).
Tras el breve descanso, la banda regresó y agradeció a su público, antes de finalizar con “Dar es dar” (solo el sábado), “Mariposa tecknicolor”, “Y dale alegría a mi corazón” y “El diablo en tu corazón”.
Visiblemente emocionado, Páez se despidió de “dos noches que han sido inolvidables”, con la promesa de regresar a una Buenos Aires que se rindió ante el talento del músico que ha revalidado el título que lo convierte en uno de los baluartes del rock nacional.
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