El renacimiento del Teatro Tabarís
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El teatro Tabarís, reconvertido en Multitabarís, sobre la porteña Avenida Corrientes, abrió sus puertas con los estrenos, en forma alternada, de «La ratonera», dirigida por Jorge Azurmendi, «Cuerpos perfectos» con dirección de Manuel González Gil y «Atracción fatal», de José María Muscari.
Fundado en 1924, regresó al ruedo luego de nueve meses de remodelaciones que respetaron su valor histórico, especialmente en lo que hace a la fachada art decó y la fisonomía de los palcos.
Los tres nuevos espacios reabrieron sus puertas el lunes para que el público comience a disfrutar de las funciones. Cabe señalar que a la sala original situada en la planta baja (500 butacas), se sumó una nueva ubicada en la plata alta y un espacio construido en el subsuelo, cada uno con capacidad para 400 espectadores.
El empresario Carlos Rottemberg, productor con más de 43 años de oficio, es el dueño del teatro desde 1981, aunque el lugar cambió su destino original por los embates de la crisis económica en 1998 y se había transformado en sede de una iglesia evangélica hasta 2006, cuando recuperó su impronta de funciones y butacas.
El ahora llamado Multitabarís amplía su capacidad y adopta la identidad de complejo, un elemento común con el Multiteatro, ambos espacios liderados por el mismo teatrista (también propietario de El Liceo) y con el respaldo del banco Comafi.
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