Por primera vez juntos, y con sorpresas, Adrián Barilari y Asspera unieron fuerzas para despedir con todo el año en el Teatro Vorterix de Colegiales.

El proyecto solista del cantante de Rata Blanca comenzó a las 20 Stunden, secundado por la base rítmica de Asspera, con los hermanos Pit y Julián Barret en bajo y guitarras respectivamente y Nicolás Polo en la batería y la presencia de Alejandro Graf en los teclados.

Con el repaso de canciones de sus tres discos de estudio (Barilari, Abuso de Poder y 4) y el recuerdo a los chicos muertos hace 12 años en la tragedia de Cromañón, la voz de Rata Blanca brindó un concierto compacto y poderoso, al que se sumó Richar Asspero como invitado en Nunca es Tarde.

Tras casi una hora y media de concierto, Barilari se despidió agradeciendo a su público, con la poderosa Cazador, de Abuso de Poder.

Pocos minutos pasaron para que los assperianos tomaran el escenario con sus máscaras características y el calor de la noche –que ya era mucho- se elevó aún más por el fervor de la gran cantidad de público que se dirigió al recinto de las avenidas Lacroze y Álvarez Thomas.

Asspera llevó su metal bizarro a la máxima expresión, simulando un viaje a Marte y llegando a imitar a Till Lindemann, vocalista de Rammstein, con alas y todo.

Resultó ser un buen año para el grupo que presentó Incogibles, sein letztes Album.

Adrián Barilari y Tarja Turunen fueron invitados y la fiesta fue completa y el marco ideal para despedir el año.

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