De manera reciente, la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina (ACCA) expresó su rechazo ante el proyecto de Ley Ómnibus, ya que esta iniciativa, “lejos de promover el desarrollo y la diversidad en la cinematografía nacional, ha traído consigo una serie de medidas regresivas que afectan de manera directa a la industria audiovisual y a la cultura argentina en general”.

El mensaje fue enviado por medio de un extenso comunicado, que agregó que la propuesta, “desencadenó una serie de cambios nefastos para el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y para el panorama cinematográfico en su conjunto”. A su vez, la Ley de fomento de la actividad cinematográfica nacional, “construida tras años de debates y participación de diversos sectores, se vio amenazada de desmantelamiento de manera abrupta y sin la debida consulta a los involucrados, evidenciando un preocupante gesto autoritario”.

Para la ACCA, “el texto del proyecto, con una cantidad desmesurada de artículos y materias inusuales, destacó la solicitud del presidente de obtener la suma del poder público, lo cual resulta alarmante. Este enfoque fractura la continuidad del financiamiento del INCAA y las formas de fomento de la actividad cinematográfica”.

Analizando el presupuesto de ingresos del INCAA para 2023, “se vislumbra una caída del 66% en el monto disponible para el Fondo de Fomento Cinematográfico. Este recorte significa la destrucción de un sistema virtuoso que propició el crecimiento de la cinematografía argentina en cantidad, calidad, diversidad y federalismo, así como su destacada presencia en el mercado mundial del audiovisual”.

“La situación se torna aún más crítica para las producciones independientes, condenadas a la desaparición al realizarse a costos bajísimos y sin rentabilidad. Es fundamental señalar que los fondos destinados al fomento de la industria audiovisual no provienen de impuestos de quienes no consumen estas producciones, por lo que su eliminación no generará mayor recaudación ni abaratamiento de costos en el público”, reza el comunicado.

Por otro lado, desde la entidad manifestaron que “resulta alarmante el vacío que se abre respecto a la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, cuyo cierre implicaría el colapso de un proceso de formación profesional que ha convertido a Argentina en un destino elegido por compañías globales para sus producciones”. El nuevo proyecto, “al proponer que el Consejo Asesor sea nombrado exclusivamente por el Director del INCAA, elimina la participación federal y socava los mecanismos de control necesarios”.

Adicionalmente, “la eliminación de la cuota de pantalla para el cine nacional, la desregulación de las salas de cine y la minimización de los requisitos para considerar una película como nacional abren la puerta a producciones no habladas en castellano. La derogación indiscriminada de la mitad de los artículos de la ley vigente añade más incertidumbre al panorama cinematográfico nacional”.

Por último, en el comunicado se manifestó el “rechazo al cierre del Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional del Teatro, comprendiendo el daño irreparable que esto implica para la cultura nacional. Asimismo, nos oponemos a las modificaciones en las leyes de creación del Instituto Nacional de la Música y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, que representan un cercenamiento de las capacidades culturales”.