Con dramaturgia y dirección de Nina Dell’ Oca, la obra pone en escena un universo tan absurdo como honesto, guiado por el deseo, los recuerdos y una estética tan barroca como pop.
Con una fuerte impronta autoral, “Croquembuch” propone un viaje al delirio elegante de dos vecinas tan encantadoras como extremas. Escrita, dirigida y producida por Nina Dell’ Oca, la obra está protagonizada por Cecilia Colombo, Vanesa Díaz y Florencia Conti, con la participación en voz en off de Federico Heguy. Se trata de una pieza cargada de teatralidad, colores, referencias y tensiones, donde los límites entre lo real y lo ficticio son constantemente puestos en jaque por personajes que desbordan deseo, intensidad y drama.
La obra presenta funciones todos los viernes desde las 21 horas en Área 623, ubicado sobre Pasco 623. En cuanto las entradas, podrán conseguirse en boleterías o bien por sistema Alternativa Teatral.
La acción transcurre en un barrio refinado, donde Perla y Amanda, vecinas barrocas, sofisticadas y algo insoportables, se encuentran entre vitrinas de confiterías y masitas glaseadas. Pero detrás de esa superficie edulcorada, estalla un universo mucho más visceral. “¿Cuánto barro y pasión caben en un par de uñas recién hechas?”, se pregunta la autora, como una declaración de principios que pone en el centro el exceso, la exageración y la verdad emocional. “Esta es una obra inspirada en todo lo apasionante, soberbio, absurdo, humano, barroco e irreverente”, explica Dell’ Oca, quien no duda en revelar su propia lista de influencias: “en Sandro de América, en mi tía Perla y sus delirios de grandeza y en aquello que nunca pasó de moda”.
La figura de la tía Perla funciona como el disparador afectivo y narrativo de la obra. “Croquembuch parte de características e historias de mi tía abuela Amanda Leonor Mayrán, esa chiquita a la que se le metió una perlita en la nariz y desde ese momento todos la apodaron Perla”, cuenta la autora, que logra convertir anécdotas familiares en materia dramática. “Ella, fuente inagotable de relatos desopilantes, quebrantó con su mera existencia el umbral entre realidad y ficción”, rememora Dell’ Oca, quien también reconoce haber quedado hechizada por su personalidad contradictoria: “siendo incorrecta, despiadada y encantadora, construyó un personaje atrapante, repudiable muchas veces, e hipnótico otras tantas”.
A partir de esa figura múltiple, se abre la posibilidad de construir dos personajes escénicos que funcionan como reflejos distorsionados de un mismo origen: Perla y Amanda. “Ambas nacen del mismo lugar, aunque sean personajes distintos que no se conocen en profundidad ni se imitan. Solo un ser multifacético como lo fue ella permite esto. Había tela pal’ disfraz”, señala la autora, quien también destaca que ese desdoblamiento fue esencial para estructurar la dramaturgia. “Fue necesario desglosar su personalidad en dos. Dos actrices en escena, cumpliendo roles distintos, pero originadas desde la misma fuerza creadora: mi tía”, explica.
El texto de “Croquembuch” se construye a partir de retazos, como si fuera un collage de emociones, recuerdos y frases memorables. Dell’ Oca reconoce que “la dramaturgia fue construida con retazos de frases y hechos reales que funcionaron como disparadores”. El resultado es una serie de monólogos cargados de imágenes, humor y contradicciones. “El texto busca ser descriptivo, minucioso, incorrecto y sincero. Usa palabras, comentarios y temáticas que, a simple vista, podrían parecer frívolas, cuando en realidad dejan al descubierto la esencia honesta, desbordada, exacerbada, decadente y peligrosa de los personajes”, sostiene.
A este universo estético se suma una puesta en escena que hace del artificio un valor. “En esta pieza teatral se hace énfasis en las corporalidades extra-cotidianas, el trabajo físico y el impacto visual”, detalla Dell’ Oca. La escenografía y el vestuario, elaborados a mano, son fundamentales para la propuesta. Cada decisión en ese aspecto responde a una poética clara, que dialoga con el kitsch, el pop art, el expresionismo y el cine de Pedro Almodóvar. “Se tomó como premisa respetar estas cualidades y potenciarlas, llevándolas al extremo en cada elemento que se usa en escena”, agrega.