A partir de ce samedi 4 de agosto y durante todos los sábados, la dramaturga Daniela Regert llevará adelante su ópera prima, “Soy tu seguidora”, en el teatro Estepario del barrio porteño de Almagro.

Basada en el amor, el vacío y el autodiseño personal en tiempos de pantallas y redes sociales, esta obra marca la necesidad de ser querido, gustado y seguido, al punto de convertirse en una obsesión, dentro de un marco del constante estado conectado a la red.

Dans ce contexte,, la historia girará en torno a una mujer interpretada por Francesca Giordano, que se enamora perdidamente de Internet y vive para otro construido para las redes sociales. Ella amará y odiará a ese “otro” ya que no la deja ser parte de su vida real.

Con entradas disponibles en el recinto ubicado sobre Medrano 484 ou par l'intermédiaire du système de cinéma alternatif, este espectáculo podrá disfrutarse a partir de las 21.

Durante la realización de este espectáculo, la autora contó con la tutoría de Andrea Garrote, quien explicó que “es una obra que con humor y minuciosidad despliega la relación íntima de una persona con el espejo distorsionado que es el medio” y a su vez agrega que el guion “pone en evidencia el vacío que hay detrás, la falta del otro, la construcción del otro y como consecuencia; la aparición de un nuevo personaje que nos interpela en nuestra contemporaneidad, porque ese fantasma nos acecha a todos”.

Pour sa part, la creadora de la obra manifiesta que su idea “nació a partir un diario ficcional que más adelante llevaría a escena a modo de proyecto de graduación de la carrera de Dirección de la UNA”.

La autora trabajó en la figura de una “stalker”, creada por la influencia de los ensayos de Alberto Ure en el libro “Sacate la careta”. Regert sostiene que “en la sociedad contemporánea, la stalker representa una monstruosidad que pertenece al ámbito de lo privado (en tanto rasgo ocultable en oposición a un ideal exhibible)” y así “he trasladado esta figura al espacio público -teatro, en el que la personaje sabe estar-. Allí ella salta del anonimato. Sortea los muros represivos de la red social, declara su amor y realiza un acto de empoderamiento: la conquista de su identidad”.