El Centro Cultural Borges presentó dos nuevas exhibiciones
Este jueves quedaron oficialmente inauguradas las muestras “Marcos López: Clásico y Moderno. Obras recientes” y “El Caso Breccia” que pueden apreciarse en el Centro Cultural Borges.
En primer lugar, la exposición de López reúne una serie de noventa imágenes, y la de Breccia está conformada por obras que fueron robadas y recuperadas por INTERPOL. Ambas pueden visitarse de miércoles a domingo (de 14 a 20 horas), con entrada libre y gratuita.
De la apertura, participaron el ministro de Cultura, Tristán Bauer; el subsecretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales, Martín Bonavetti; el director del Centro Cultural Borges, Ezequiel Grimson; el director de la Biblioteca Nacional, Juan Sasturain; el jefe de la Policía Federal, Juan Carlos Hernández; el jefe de la División Protección del Patrimonio Cultural, dependiente de INTERPOL, Comisario Mayor Marcelo El Haibe; la ex jueza, Wilma López; la curadora y periodista, Judith Gociol; el artista Marcos López y familiares de Breccia, entre otros invitados.
La muestra «Marcos López: Clásico y Moderno» reúne una serie de noventa imágenes: algunas del propio autor y otras halladas en anticuarios y, luego, pintadas e intervenidas a mano. López compra las fotos en anticuarios o mercados de pulgas de Buenos Aires y otras ciudades de América Latina, y las trabaja con todo tipo de materiales. Así, las resignifica y convierte en piezas únicas.
Este creador multidisciplinario utiliza infinitas variables a la hora de trabajar las imágenes y provoca una suerte de “surrealismo precario”, según sus propias palabras, conservando al mismo tiempo la magia original de las fotografías.
En la muestra «El Caso Breccia», se expone un conjunto de originales del mencionado artista, reconocido como uno de los mayores historietistas no solo en la Argentina, sino en el mundo.
A causa de un juicio sucesorio, los materiales que estaban en la casa del dibujante –en Haedo– fueron depositados en la caja fuerte de una empresa de seguridad que quebró en 2005. Luego, las piezas fueron robadas y vendidas ilegalmente en el exterior.
Los originales que se exponen –con autorización judicial– se recuperaron mediante INTERPOL-Buenos Aires y permanecen bajo su custodia hasta tanto terminen las causas en trámite.
Fuera de lo exhibido, varias piezas sustraídas se localizaron en Europa, pero la justicia de los países donde se hallaban resolvió no devolverlas, y de otras no se ha podido descubrir aún su paradero. Sin embargo, tienen orden de secuestro internacional.
La muestra incluye, además, dos producciones audiovisuales que completan la información sobre este inusual, complejo y doloroso destino de una obra excepcional.
La curaduría, investigación y textos de la exposición estuvieron a cargo de la investigadora y periodista, Judith Gociol.