Existe una infinidad de muebles y una variada gama de colores y texturas; sin embargo, lo que no cambia es el gusto a la hora de elegirlos y la forma en que la nueva adquisición se adapta a nuestras pretensiones.

Ahora bien, ese concepto también se aplica a los más pequeños, brindando la posibilidad de ampliar las posibilidades en el momento de hacer una compra.

Tal como puede verse en el portal especializado MueblesMasChicos, las personas más pequeñas de la casa también tienen la posibilidad de disfrutar de espacios a medida. Por ejemplo, ¿sabían ustedes que un chico de personalidad especialmente tranquila o introspectiva es propenso a relacionarse mejor con muebles de colores naturales (beige o pasteles) y gran cantidad de almohadones?

Si tomamos esa premisa, desde el mismo portal se explica que el catálogo de productos es sumamente amplio y –lo que es mejor- no se trata de elementos especialmente costosos.

Así como en los niños introvertidos y calmos se sugieren colores pasteles, aquellos extrovertidos van quizá por un lado más moderno y totalmente colorido.

Otro aspecto que debe importar es que en esta clase de personalidad no es tan importante la línea de muebles, ya que prevalece más el diseño en especial y el color, a diferencia de un estilo definido que prevalezca en el ambiente.

¿Qué colores elegimos para ellos? Definitivamente el rojo y el azul como cabecera, apareciendo también tonos naranjas y amarillos; colores intensos que provoquen mayor “electricidad” mezclándose con el color similar de las paredes.

Niños que disfrutan mucho de la lectura o tiempo de investigación constante también tienen un diseño de muebles que se adapta a esa curiosidad intelectual.

Como amantes de la lectura es importante saber que los muebles deben generar descanso a la vista, más si se tiene en cuenta la entrada de la luz solar o el reflejo de la artificial. Lo excluyente en este caso es la comodidad y el relax.

Para generar esto se dependerá de una decoración monocromática y la utilización de muebles que otorguen la posibilidad de brindar gran almacenamiento, como estantes, placares o bibliotecas. En cuanto a colores, son mayormente elegidos los tonos oscuros y cremas.

Finalmente aparecen aquellos que quizá no se fijan mucho en el estilo o clase de muebles, dependiendo esa decisión de los padres que se encarguen de la habitación.

En este caso lo más sencillo es elegir lo clásico: elementos que jamás pasarán de moda y darán el toque sofisticado a las habitaciones o demás cuartos que los pequeños utilicen.

Con el marrón y naranja a la cabeza, este estilo se aleja un poco del uso de los pasteles y generan una mejor impresión combinados con alfombras y tapizados. Otra de las claves es olvidarse de aquellos colores sumamente intensos.

Respetando una línea totalmente clásica, el diseño de este tipo de cuartos no puede fallar si se utiliza esta opción. Lo importante es saber que para cualquier tipo de personalidad, siempre habrá una respuesta en forma de mueble para disfrutar.