Este miércoles 18 de julio llegará al museo Sívori la exposición “Horacio Butler. Viaje, modernidad, paisaje”, que mostrará una importante selección de obras y literatura creada por el artista entre la década del ’20 y el ’70.

La inauguración formal comenzará a las 18 en el recinto ubicado sobre la Avenida Infanta Isabel 555, justo frente al Rosedal de Palermo, bajo la curaduría de María Elena Babino.

Esta exposición permanecerá abierta hasta el domingo 26 de agosto y podrá disfrutarse de martes a viernes de 12 a 20, o bien los fines de semana y feriados de 10 a 20. Con respecto a las entradas, tendrán un costo de 30 pesos (los miércoles son con entrada libre y gratuita); en tanto que los menores de 12 años, estudiantes universitarios, jubilados y personas con discapacidad, al igual que sus acompañantes, no abonarán el acceso al museo.

Según detalló la curadora Babino, Butler “representó de un modo claro la idea de modernidad que los artistas del “Grupo de París” consolidaron en los años treinta perdurando por décadas en el arte argentino” y agregó: “Exponemos ahora un nuevo estudio de su aporte, tanto en lo que hace a su obra artística como a las reflexiones y vivencias vertidas en los textos de su autoría que recogen las múltiples experiencias de sus viajes por Europa y su posterior integración al contexto del arte local”.

El material en exposición representa cincuenta años de trayectoria y además se resalta la importancia que tuvo en su vida artística el temprano viaje a Europa durante su juventud.

Sobre este punto, la etapa de Butler en Alemania y Francia marca el “descubrimiento del cubismo en los museos de Bremen y Hamburgo. También su experiencia en la colonia artística alemana de Worspswede, donde toma contacto con la síntesis expresionista de la obra de Paula Modersohn-Becker, o la pintura de los paisajistas locales y el recuerdo del paso del poeta Rainer Maria Rilke registrado en su ensayo Worpswede (1903), que gravitarán de modo profundo en la conformación de una poética anclada en el imaginario del paisaje. Otro tanto sucede en el midi francés, que le procura al artista la pulsión vitalista con la que encara sus transposiciones pictóricas. Paisaje de Sanary es prueba elocuente”, como resalta la curadora.