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Ernesto Claudio: “Hago lo que me gusta en la vida y no lo pierdo de vista nunca”

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Tiempo de lectura: 5 minutos

“El cazador y el buen nazi” es uno de los grandes atractivos de la cartelera teatral de esta temporada. Escrita por Mario Diament bajo la dirección de Daniel Marcove, la obra marca la primera colaboración entre Jean-Pierre Noher y Ernesto Claudio, dos entrañables amigos sobre el escenario.

Ernesto Claudio y Jean-Pierre Noher

La obra se presenta cada lunes (desde las 20.30) en El Tinglado y, desde su estreno, se ha llevado adelante con localidades agotadas.

En el texto, Simón Wiesenthal –famoso cazador de nazis- recibió una inesperada visita en su oficina del Centro de Documentación de Viena. Su visitante era nada menos que Albert Speer, el ex arquitecto y ministro de Armamentos de Hitler.

Noher se pone en la piel de Wiesenthal, mientras que el rol de Albert Speer recayó sobre Ernesto Claudio, quien dialogó de manera exclusiva con La Vereda.

“A Mario lo conocía por haber hecho ‘Cita a ciegas’ en el Cervantes hace unos años atrás, junto a Víctor Hugo Vieyra”, explica Claudio sobre su relación con el creador de la obra. “Es un placer hacer un texto de él”.

Al ser consultado sobre la lectura del guion en primera instancia, el actor detalló que “fue muy buena”. Sin embargo, la clave de su participación fue Jean Pierre Noher.

Ernesto Claudio además, se desempeña en la Avenida Corrientes con “Toc Toc” desde hace cuatro años. “Ya estaba bien, pero me dijeron que estaba Jean Pierre y les dije ‘mañana empezamos a ensayar’, detalla entre risas el actor, ya que a pesar de no haber leído el guion, “no me importaba, con Jean Pierre somos entrañables amigos pero no habíamos hecho nada juntos”.

¿Cómo fue preparar un personaje tan complejo como el de Albert Speer?

No tengo un método único, depende de muchas cosas: el momento personal de cada uno, el momento en que llega la obra o cómo estás en tu vida. En este caso, al tratarse de un personaje real, investigué más. Toda su trayectoria y su inteligencia feroz. Era un tipo de una sagacidad enorme, pero fundamentalmente el hecho de trabajar con mi compañero. Fui haciendo el mío a medida en la que Jean Pierre preparaba el suyo.

Fue comprometido, porque como imaginarás no comulgo en absoluto la ideología de Speer, pero es lo que me atrajo también porque cuanto más lejos de mí esté, es mejor. Hay que trabajarlo más, más empeño y más ganas. Siempre hay ganas de trabajar, pero a veces hay personajes más cercanos a uno, más accesibles. Si se trata de un porteño típico de barrio, estoy más cerca. Acá eso no pasaba y me atrajo muchísimo hacerlo.

Sobre el escenario se nota la excelente química con Jean Pierre. ¿Cómo ha sido trabajar la obra junto a él?

Trabajar junto a él me impulsó a hacer la obra. Nunca habíamos hecho nada juntos y nos conocemos de años. Fue fantástico trabajar con él. Me gustan las obras que hago en la medida que las pueda elegir. A veces uno no elige y las tiene que hacer porque tiene que comer. Ahora mis hijos están grandes, pero en su momento he tenido sabores amargos, haciendo cosas que no me gustaban mucho, pero había que comer. En este caso trabajar con Jean Pierre ha sido una maravilla, nos recontra queremos.

Como actor de trayectoria y de varios géneros, ¿qué significa ser parte de una obra con tamaño peso histórico?

Hacer una obra así es muy, muy fuerte y comprometido. Es un gran riesgo que me encanta asumir, sinceramente. Me siento feliz de hacerlo, porque va más allá del holocausto. Hay que rescatar la memoria, la verdad y la justicia. Eso es lo que tratamos de transmitir en este espectáculo.

Mario Diament tuvo la oportunidad, en más de una ocasión, de entrevistarse con el real Wiesenthal. Algunas de esas cosas se vieron reflejadas en el desarrollo de la obra e incluso en la escenografía. “Algo nos contó Mario, nos dijo que era un tipo muy cholulo de verdad. Hay fotos en la obra en las que aparece con Elizabeth Taylor o el Dalai Lama, cosas que fueron ciertas”, explica Ernesto Claudio.

Por otro lado, el actor recordó una casualidad en el momento en que “Jean Pierre tenía la idea que Wiesenthal era como el detective Columbo y cuando hablamos con Mario él nos dijo ‘es como un Columbo’, una coincidencia feliz, ya que ambos supieron interpretar la característica fundamental. Sin adelantar nada, es una obra con un final interesante”.

En lo personal, ¿qué significó regresar al teatro luego de un parate tan prolongado?

Volver a trabajar ha sido algo maravilloso, vivimos épocas bravas. No solo nosotros, el mundo entero. Afortunadamente parece que calmó bastante, que estamos bastante bien y yo más o menos la pude pasar bien concentrándome en leer, ver qué cosas podía hacer. Ensayamos una obra para hacer por Zoom que finalmente no pudimos hacer. Me distraje un poco, pero volver fue maravilloso. Hago lo que me gusta en la vida y eso no lo pierdo de vista nunca. Hago lo que elegí y eso es muy valioso.

“El cazador y el buen nazi” Es un gran éxito que agota sus presentaciones función tras función. “Toc-Toc” es una obra consagrada del teatro nacional. ¿Qué se siente ser parte de espectáculos tan significativos?

Hablando con Dani Marcove me decía “estás en dos golazos” (risas). La verdad que sí, ya van cuatro años de “Toc-Toc” en gira, recorrí el país así y ahora la volví a hacer acá y sí, estoy feliz. “El cazador” es un gustito que nos queríamos dar con Jean Pierre y está fabulosa. Es una sorpresa porque la obra funciona maravillosamente bien. Todos los lunes llenamos y estamos haciendo funciones para los chicos también. Es muy lindo ver cómo los chicos se interesan. Es fundamental. Estoy feliz de hacer dos cosas que funcionan muy bien.

¿Cuáles son los planes para el resto del año y los proyectos personales que pueden llegar a venir?

Continuaré con “Toc-Toc” hasta el 4 de diciembre y después volveremos a hacerla. Siempre vuelve “Toc-Toc” (risas). Voy más de mil funciones y no lo puedo creer. Creo que ya la aprendí (más risas). La obra volverá en enero al Multitabaris. Le preguntaba a Carlos Rottemberg hasta cuándo íbamos a seguir y él me dice que “hasta que el público quiera” y sí, el público quiere.

Con “El cazador…” hasta finales de noviembre y también regresaremos el año próximo, no sé cuándo, pero es seguro. Tendré una participación en una miniserie en la televisión, pero la verdad es que lo que más me gusta es el teatro, vengo de ahí. Estoy como satisfecho haciendo estas obras y también me canso un poco, ya no soy un chico (risas). Antes hacía muchas cosas más, este año estuve en cine, también trabajando con una producción mexicana. Ha sido un año con mucho trabajo afortunadamente.

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