La esperada biopic “La Máquina”, protagonizada por Dwayne Johnson, llega a los cines argentinos el 9 de octubre y ya suena para los Oscar.
“La Máquina” (The Smashing Machine), dirigida por Benny Safdie y protagonizada por Dwayne “The Rock” Johnson, llegará a los cines este 9 de octubre. Tras su paso por el Festival de Venecia, donde obtuvo una ovación de pie, la película ya suena como firme candidata a la temporada de premios y en particular a los Oscar.
El relato se centra en la vida de Mark Kerr, uno de los luchadores más dominantes en los primeros años de la UFC. Safdie expone a un hombre que parecía desconocer la palabra derrota, pero que debió convivir con sus demonios: la adicción, las tensiones de la fama y las fracturas en sus relaciones personales. Allí aparece uno de los ejes más dramáticos del film: el vínculo tóxico que Kerr mantuvo con su primera esposa, interpretada por Emily Blunt, en contraste con la relación profunda y fraterna que sostuvo con su amigo y colega Mark Coleman.
El drama detrás del ring
Otro aspecto clave de “La Máquina” es el retrato de los inicios de la UFC. Lo que hoy es un deporte multimillonario, con contratos y transmisiones globales, en aquel entonces se vivía como un espectáculo peligroso, casi clandestino, rodeado de polémicas. La película se adentra en ese universo primitivo para mostrar cómo el éxito podía ser tan fulgurante como autodestructivo.
En ese contexto, es de resaltar el impacto visual de los combates, que se viven como si fueran reales. A más de un fanático de Johnson se le caerá una lágrima por verlo nuevamente sobre un ring, como en sus inicios en la WWF.
El elenco, además de Johnson y Blunt, cuenta con figuras como Bas Rutten, Ryan Bader y Oleksandr Usyk, que encarna a Igor Vovchanchyn. Sin embargo, el foco está en la sorprendente transformación física y actoral de Johnson, quien entrega una de las interpretaciones más intensas de su carrera, alejándose de la imagen de héroe de acción para construir un personaje vulnerable y contradictorio. Emily Blunt, por su parte, aporta un rol cargado de matices y emociones, consolidando un contrapunto fundamental para la trama.
Safdie imprime a “La Máquina” un estilo crudo y realista, que combina la brutalidad de los combates con la intimidad de los conflictos personales. La narrativa logra escapar del molde del típico biopic deportivo para convertirse en un retrato humano sobre la obsesión, la fragilidad y la búsqueda de redención.
Con una duración de poco más de dos horas, la película respira entre los enfrentamientos dentro del ring y los dilemas fuera de él, construyendo una propuesta que interpela tanto a seguidores del deporte como a espectadores que llegan atraídos por el drama humano. Todo indica que “La Máquina” será una de las producciones más comentadas del año, con el potencial de trascender la cartelera hacia la temporada de premios.