Feria del Libro Antiguo: un viaje entre joyas literarias y pasión por el papel

La Vereda recorrió la Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires, un encuentro que celebra la historia, la lectura y el valor de las ediciones únicas

La Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires celebró su 18ª edición en el imponente Palacio Libertad, donde el aroma del papel, las encuadernaciones artesanales y la pasión de coleccionistas y lectores marcaron el pulso de esta cita esperada. Con entrada libre y gratuita, la feria reunió a una gran cantidad de visitantes, curiosos y amantes de los libros que disfrutaron de una experiencia única en torno al patrimonio bibliográfico.

Organizada por la Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina (ALADA), que celebra 25 años desde su refundación, el evento se consolidó como un punto de encuentro clave entre profesionales del libro antiguo, anticuarios, bibliófilos y público general. En esta edición, la feria puso el foco en la mujer escritora argentina, con una exposición fotográfica dedicada a ellas y una mesa redonda protagonizada por autoras como Florencia Abatte, María Gabriela Mizraje, Matilde Sánchez y Adriana Rodríguez de Pereda.

Entre los 28 stands de expositores, se pudieron apreciar ejemplares únicos desde el siglo XV, primeras ediciones, obras con ilustraciones originales, mapas, grabados y afiches, además de libros de vanguardia del siglo XX. En cada rincón, la historia del libro se encontraba con la mirada contemporánea de quienes buscan preservar y difundir el patrimonio impreso.

 

Una feria con historia y comunidad

Durante los cinco días de la Feria del Libro Antiguo, el público participó de talleres, charlas y demostraciones en el Espacio Taller, donde encuadernadores, editores e ilustradores mostraron sus técnicas en vivo. Además, se realizaron mesas redondas sobre “Cultura, Patrimonio y Coleccionismo”, con especialistas como Emilio Perina, Juan Javier Negri, Juan Solá y Pablo Gasipi, moderados por el presidente de ALADA, Roberto Vega.

“La Feria siempre es un encuentro que despierta grandes expectativas entre los amantes del libro”, señaló Vega. “Sentimos que en su ámbito se revitaliza ese fervor por el patrimonio bibliográfico nacional y universal, y la voluntad de protegerlo para las generaciones futuras”.

También participaron instituciones clave como el Archivo General de la Nación, la Biblioteca de la Academia Argentina de Letras, el CeDInCI, Ediciones Dos Amigos, Ediciones Ampersand y la Biblioteca Argentina para Ciegos.

Con una atmósfera vibrante y nostálgica, la Feria del Libro Antiguo volvió a demostrar que el libro impreso conserva su magia intacta, reuniendo pasado, arte y conocimiento bajo un mismo techo.

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