Del 29 de octubre al 2 de noviembre, el Palacio Libertad será sede de la 18° edición de la Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires, con entrada libre y gratuita.
Cada año, la Feria del Libro Antiguo se convierte en un punto de encuentro entre lectores, coleccionistas y curiosos. Organizada por la Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina (ALADA), esta nueva edición vuelve a reunir a libreros de todo el país para ofrecer ejemplares agotados, raros o difíciles de hallar, y celebrar la pasión por los libros como patrimonio cultural.
Miguel Ávila, librero de la tradicional “De Ávila” (también conocida como la librería “Del Colegio” —una de las más antiguas de América y corazón de San Telmo—, destacó el carácter inclusivo del encuentro.
“A veces la gente cree que es una feria solo para coleccionistas o personas con mucho dinero, y no es así. También hay libros accesibles, curiosos, agotados, que ya no se encuentran. No hay que tenerle miedo”, expresó a La Vereda Radio.
Este año, la feria rinde homenaje a las mujeres escritoras, desde las pioneras como Alfonsina Storni y Juana Manuela Gorriti hasta autoras contemporáneas como Matilde Sánchez. Para Ávila, esta elección tiene un valor simbólico y reparador: “Durante mucho tiempo la cultura argentina destacó sobre todo a los escritores varones. Es bueno rescatar a las mujeres que también construyeron nuestra literatura.”
La mirada de un librero que hace historia
Con décadas de experiencia, Miguel Ávila es testigo de la evolución del oficio y de la importancia de las librerías en la vida cultural porteña. “La función del librero no es solo vender —afirma—, es generar nuevos lectores. Esa es nuestra verdadera tarea.”
En su relato aparecen nombres que marcaron una época. Ávila los recuerda como hombres de enorme formación cultural, capaces de orientar a un estudiante, recomendar lecturas y abrir caminos intelectuales. “Un cliente que entraba era la posibilidad de un amigo”, dice con nostalgia.
Pero su mirada no se queda en el pasado. Cada año, Ávila observa con entusiasmo la llegada de nuevas generaciones de lectores: “Lo más lindo es ver gente joven descubriendo este mundo. Muchos piensan que la Feria del Libro Antiguo es un espacio elitista, y cuando llegan se dan cuenta de que no: es una feria viva, diversa, con precios accesibles y libreros dispuestos a orientar”.
Para el librero, esta cita anual cumple una función que trasciende lo comercial: “Es una feria que divulga cultura, que acerca a la gente al libro como objeto de conocimiento, de historia, de identidad. En una época de pantallas, esto tiene un valor enorme.”
Antes de despedirse, Ávila deja una invitación simple y sincera: “Que vengan, que recorran, que se animen. La Feria del Libro Antiguo es un espacio donde se pueden encontrar joyas perdidas y, sobre todo, amigos nuevos.”
La Feria del Libro Antiguo se desarrollará del 29 de octubre al 2 de noviembre en el Palacio Libertad, con entrada libre y gratuita.