A treinta años de su fallecimiento, la obra de uno de los cineastas más personales del cine argentino será proyectada en cuatro funciones especiales el sábado 14 y domingo 15 de junio, en el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken.
El ciclo, titulado “Luis Saslavsky: un director entre París, Hollywood y Buenos Aires”, tendrá lugar el sábado 14 y el domingo 15 de junio, con dos funciones por día en el auditorio del museo, ubicado en el barrio de La Boca. La propuesta invita a revisitar, en pantalla grande, cuatro largometrajes esenciales del realizador argentino a treinta años de su fallecimiento.
Las funciones, que se realizarán a las 16 y a las 18 horas, ofrecerán una selección de títulos emblemáticos que atraviesan distintas etapas de la carrera de Saslavsky, con copias en 16 mm y proyecciones digitales. En todos los casos, el acceso será con la entrada general al museo.
Esta iniciativa forma parte de la programación 2025 del museo y continúa el reconocimiento que comenzó en Córdoba, donde la institución participó de la más reciente edición de la Semana Mundial de la Cinefilia con una curaduría centrada en su obra. Ahora, el homenaje se traslada a Buenos Aires, con el objetivo de acercar al público local una filmografía sofisticada, poco transitada, y aún llena de hallazgos.
Luis Saslavsky (Santa Fe, 1903 – Buenos Aires, 1995) fue director, guionista y crítico cinematográfico. En su extensa trayectoria dirigió 21 películas entre 1931 y 1960, y fue reconocido con el Cóndor de Plata por La dama duende en 1946, además de recibir el Premio Konex de Platino como mejor guionista en 1984. Su cine, alejado del realismo costumbrista que dominó buena parte del cine argentino de su época, se caracterizó por una impronta visual refinada, una profunda influencia de la cultura francesa y del cine clásico de Hollywood, y una constante atención a los conflictos íntimos, las máscaras sociales y los laberintos del deseo.
A través de géneros como el melodrama, la comedia o el thriller psicológico, su obra interpela aún hoy desde lo estético y lo narrativo, con una mirada que equilibra sofisticación formal y sensibilidad popular.