La leyenda del “Puente del Arcoíris” y el cielo de los animales
Miembros de la familia desde su llegada, las mascotas son más que importantes dentro de la vida cotidiana de las personas. Ahora bien, muchas veces su triste ausencia nos hace formular la pregunta ¿Cuándo se van, lo hacen al cielo?
Esa pregunta nos sirve como el prólogo ideal para nombrar al “Puente del Arcoíris”, también conocida como la leyenda del cielo de los animales, la historia anónima que hoy decidimos analizar.
Siendo parte de la cultura popular, este relato sirve para conocer que –en un principio- las almas de las personas y de los animales toman diferentes caminos, pero agiganta el peso de los animales en el momento de dejar la tierra.
A saber, según la leyenda, toda criatura que haya sido amada, en el momento de su último suspiro –también referido como su despedida- automáticamente atraviesa el puente que los deja en su Arcoíris para la eternidad.
Este Arcoíris es mucho más que el fenómeno óptico que conocemos, donde se entrelazan los colores durante un corto lapso de tiempo. En él, los animales llegarán a un lugar de prados y colinas, donde podrán seguir jugando por siempre, siendo reconocidos por su inocencia en la tierra.
El relato es fascinante, llegando a pasar generaciones y siendo usado por padres para contarles a sus hijos en el momento de una triste despedida. En el Puente del Arcoíris, no todo es juego, ya que sus habitantes gozarán de un interminable espacio soleado, con cantidades de comida y agua.
Otra de las interesantes y especiales menciones que tiene la leyenda, es la dedicada a todos aquellos animales lastimados de forma cruel y también los enfermos, ya que en ese lugar su salud se verá restaurada por completo. Tampoco deja atrás a todos aquellos seres que no han tenido la dicha de disfrutar de una familia y a los que fueron rescatados por los refugios.
Igualmente, la historia deja lugar importante a las lágrimas ya que en uno de sus apartados, la leyenda hace eco del recuerdo que tienen las mascotas respecto a los que fueron parte importante de su vida.
En ese contexto, si alguno de ellos se detiene y deja de jugar en el Arcoíris, es porque extraña a ese ser que lo amó durante su paso por la tierra. Al no poder atravesar el puente, la mirada del animal se fija en el horizonte.
Pero, tranquilos. Por algo al comienzo de este texto decíamos que era “en un principio” el momento en que las almas de personas y animales se separaban. Según la leyenda, el hecho de extrañar demasiado hace que ellos se separen del resto su grupo y atraviesen la otra mitad del puente, donde se reencontrarán con el alma que tanto amaron y forjando una unión que será inquebrantable y eterna.