La obra de Alberto Navarro revive en el Pabellón de las Bellas Artes

La muestra “Alberto Navarro: Mágico” se inaugura el 22 de abril y pone en valor la obra de un artista singular, apoyado e impulsado por el maestro Luis Felipe Noé.

Desde el martes 22 de abril a las 18:30 horas, el Pabellón de las Bellas Artes de la Universidad Católica Argentina será escenario de una exposición tan entrañable como significativa: “Alberto Navarro: Mágico”, una muestra que se inscribe dentro del programa “Homenajes” de la Fundación Luis Felipe Noé y que propone redescubrir la obra de un creador que supo habitar el arte desde las sombras.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 2 de junio con entrada libre y gratuita, busca rescatar del olvido a un artista cuya producción fue tan potente como silenciosa, gracias a una labor curatorial minuciosa que incluyó la colaboración directa de la familia del artista. A través de una selección de dibujos íntimos y reveladores, se ofrece al público un recorrido por el universo interior de Navarro, definido por su apertura hacia lo desconocido, lo simbólico y lo transcultural.

“Cumplimos con un deseo de Luis Felipe Noé al realizar esta muestra”, aseguran desde la Fundación, en referencia al reciente fallecimiento del singular artista argentino. “Queremos destacar la obra de artistas cuya visibilidad fue escasa, pero cuyo talento es incuestionable. Navarro es uno de esos casos, y contar con el apoyo de su familia y del Pabellón de las Bellas Artes ha sido esencial para que esta exposición cobre vida”.

El vínculo entre Navarro y Noé es uno de los aspectos más conmovedores de esta historia. Ambos se conocieron en el edificio del barrio de Monserrat donde Navarro trabajaba como encargado, y a partir de allí se inició una relación que trascendió lo cotidiano para convertirse en un verdadero lazo artístico. Fue el propio Noé, con su habitual generosidad y sensibilidad, quien alentó a Navarro a continuar desarrollando su producción, descubriendo en sus dibujos una voz auténtica y profunda.

“El rol de los referentes es clave para iluminar trayectorias que de otro modo podrían permanecer invisibilizadas”, destacan desde la organización de la muestra. “Yuyo Noé no solo vio el valor en la obra de Navarro, sino que también lo acompañó, lo impulsó y lo ayudó a encontrar su camino. Ese gesto, ese acompañamiento, es lo que buscamos celebrar también con esta exposición”.

Carlos Alberto Navarro nació el 29 de agosto de 1951 en Concarán, San Luis. Su sensibilidad artística se manifestó desde joven a través de la escritura, con cuentos, poemas y novelas que nunca llegó a publicar. A los 30 años se trasladó a Buenos Aires y comenzó clases de teatro, incursionando poco después en las artes visuales. Fue Nidya De la Hoz quien lo introdujo en el estudio de la pintura, disciplina que combinó con su pasión por los viajes: conoció la India, Uruguay, Paraguay, Brasil e Italia, experiencias que nutrieron su mirada estética.

En paralelo a su trabajo como encargado, Navarro fue desarrollando una obra que exploraba la pintura sobre tela y la tinta sobre papel, técnicas en las que volcó una sensibilidad intuitiva, de fuerte carga simbólica. A lo largo de los años presentó su obra en distintas exposiciones individuales. En 1996 participó en la Feria Periférica en el Centro Cultural Borges, espacio donde regresó en 2007 con “La Línea Piensa”. También expuso en la Galería Riva Zucchelli y, en 2008, en el Museo Provincial de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez” de Santa Fe, en la que sería su última muestra registrada antes de su fallecimiento en septiembre de 2022.

“Alberto Navarro: Mágico” es más que una exposición retrospectiva. Es un gesto de reparación, una apuesta por mirar hacia aquellos artistas que hicieron de su obra un refugio personal, muchas veces sin buscar reconocimiento. Es también un testimonio sobre cómo el arte se gesta en los márgenes, y cómo el acompañamiento de un referente puede ser decisivo para que esas obras vean la luz.

La muestra podrá visitarse de martes a domingo y feriados, entre las 11 y las 19 horas, en el Pabellón de las Bellas Artes (Avenida Alicia Moreau de Justo 1300). La entrada es libre y gratuita.

Facebook
WhatsApp