Cuando se hurga en los anales de la historia de la animación, es inevitable pensar que quizá haya sido Walt Disney quien llevó adelante la primera película de dibujos animados. Sin embargo, la respuesta es incorrecta ya que el verdadero prócer en este sentido se encuentra mucho más cerca de lo que creen.

El nombre en cuestión es el de Quirino Cristiani, un italiano nacionalizado argentino, quien puso imagen a la historia creada y dirigida por Federico Valle en “El apóstol”, la película animada realizada en 1917.

Para “El apóstol” Cristiani realizó 58 mil dibujos que fueron empleados la producción de la película, en un tiempo de 12 meses. En un juego de comparación, este film nacional se lanzó 20 años antes de “Blancanieves y los Siete Enanos”, de Walt Disney.

Se dice en este contexto que el propio Disney, durante su viaje por nuestro país, intentó contratar al también pintor y humorista gráfico, recibiendo una respuesta negativa ya que Cristiani había forjado fuertes lazos con Argentina.

¿Qué contaba la historia de “El apóstol”? se trataba ni más ni menos que de una sátira política basada en Hipólito Yrigoyen. La trama narraba que el protagonista moría e iba al cielo, donde inmediatamente comenzaba una tormenta de rayos para limpiar de corrupción a Buenos Aires.

Por su parte Cristiani también realizaría un año más tarde el segundo largometraje de animación del mundo, “Sin dejar rastros” que quizá fue más simbólica por el hecho de ser la segunda creación de este tipo que por su contenido, ya que fue censurada debido a su contenido social y político (narraba un acontecimiento de la Primera Guerra Mundial).

Lamentablemente no existen copias de estas películas debido a dos incendios ocurridos en su estudio.

Desde su llegada al país, Quirino Cristiani siempre residió en Argentina hasta su muerte, ocurrida en la ciudad de Bernal en 1984.

PIE DE FOTO: Quirino Cristiani trabajando en el estudio