La música del teatro argentino está de luto. Ángel Mahler, uno de sus compositores más reconocidos y respetados, falleció a los 65 años, a raíz de una descompensación general severa provocada por un cuadro de cáncer avanzado. Su muerte fue confirmada por sus familiares a través de las redes sociales, con un mensaje tan conmovedor como íntimo.
Con una carrera atravesada por la pasión por la melodía, la dirección orquestal y el espectáculo, Mahler dejó un legado artístico imborrable en los escenarios argentinos. Fue el responsable de musicalizar grandes éxitos del teatro musical, pero su nombre quedó indeleblemente unido a la sinfonía de “Drácula, el musical”, un espectáculo que se convirtió en un hito cultural desde su estreno en los años noventa, junto a su socio creativo, el director y productor Pepe Cibrián Campoy.
El comunicado difundido desde su cuenta oficial de Instagram explicó que Mahler venía atravesando un difícil cuadro de salud: “Estaba transitando un melanoma metastásico con afectación en pulmón y columna”, detectado tras una internación a fines de abril, cuando ingresó al Sanatorio Finochietto con un derrame pleural.
“Se fue en paz, acompañado por el amor de su familia, después de haber dado una batalla intensa, con la lucidez, la dignidad y la entereza que siempre lo caracterizaron”, expresaron sus seres queridos en la publicación. “Deja este plano un artista inmenso, cuya música tocó el corazón de millones de personas, y lo hace solo para hacerse eterno en cada melodía que nos regaló a lo largo de su vida”.
A modo de homenaje, el mensaje compartido por su entorno sostuvo que “vivirá siempre en sus obras, y sobrevolará este plano cada vez que suenen”. Además, agradecieron profundamente “a quienes lo quisieron, lo escucharon, lo admiraron y lo acompañaron en tantos momentos”, así como también a todo el personal médico del sanatorio por su atención durante los días más difíciles.
Mahler nació en Buenos Aires el 23 de mayo de 1960. Pianista desde muy joven, se formó en el Conservatorio Nacional y desarrolló una carrera como arreglador y compositor, inicialmente en el circuito de la música popular. Pero fue en el teatro musical donde encontró su verdadero cauce, y donde se consolidó como una figura determinante para el género.
En colaboración con Cibrián, firmó la música de producciones icónicas como “Drácula”, “El Jorobado de París”, “Las mil y una noches”, “Dorian Gray” y “Otelo”, entre muchas otras. Su estilo sinfónico, cargado de dramatismo y potencia melódica, se convirtió en marca registrada de una época de oro del musical argentino. La dupla llevó sus obras a recorrer el país y a ser replicadas en distintos países de América Latina.
Durante su carrera, Mahler también se desempeñó como director de orquesta en diversos ámbitos, incluido el teatro Colón, y supo conjugar lo clásico con lo popular. En 2016 incluso se volcó fugazmente a la política, cuando asumió como ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta.
Tras conocerse la noticia de su muerte, las redes sociales se poblaron de mensajes de despedida y homenaje. Desde el Multiteatro, por ejemplo, manifestaron: “Despedimos a Ángel Mahler ante su sorpresivo fallecimiento. Desde esta Casa Teatral abrazamos a toda su familia ante este desenlace inesperado”.
También colegas del ambiente teatral, músicos, actores y fans expresaron su pesar, destacando su sensibilidad artística, su capacidad para emocionar con sus partituras y el impacto que su obra dejó en generaciones de espectadores.