La muestra “Esto es teatro. Once escenas experimentales: del Di Tella al Parakultural” quedó inaugurada en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, como un homenaje a la vitalidad y la disidencia de la escena teatral porteña de las últimas décadas.
Con una cuidada curaduría a cargo de Alejandro Tantanian, Andrés Gallina y Florencia Qualina, la exposición despliega once momentos clave que atraviesan la censura, el exilio, la búsqueda de lenguajes nuevos y el contagio de las artes, en un recorrido que exige del espectador la misma entrega que exige el teatro en vivo. La memoria, los archivos y el espíritu de resistencia marcan este viaje, que podrá visitarse hasta febrero de 2026.
La Vereda fue parte de la inauguración, quien contó con la presencia de la ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Ricardes, quien resaltó el valor de los espacios y de los creadores que dieron vida a la cultura teatral de Buenos Aires. “Estamos hoy aquí en este espacio público, un museo público de envergadura, de referencia, que viene a rescatar ese trabajo, esa visión que tuvieron en estos espacios y a través de ellos en homenaje a muchos otros”, señaló.
Ricardes también destacó la labor de los artistas y curadores al sintetizar en la muestra la producción artística de una época clave. “Cada uno de estos artistas que ahora van a hablar, Victoria (Noorthoorn, directora del recinto) y los curadores, a quienes felicito enormemente por este trabajo de investigación certero y sobre todo por esta posibilidad de sintetizar en 11 escenas tantos años y una producción tan vasta como la que surgió de esos años y de esos artistas”, afirmó.
Para la ministra, el espíritu de los creadores sigue vigente y es esencial resignificarlo hoy. “Ellos supieron captar su momento actual, pero no como un momento de entusiasmo pasajero, sino como una mirada diferente que nos permite mirar, sentir y ver de otra manera. Eso los hizo adelantarse a su tiempo y que hoy sigan impregnando nuestra cultura. Por eso esta muestra es un homenaje a esos espacios y a esos creadores que compartieron, preservaron e irradiaron su obra hacia el futuro”, concluyó.
Por su parte, la directora del Museo Moderno de Buenos Aires, Victoria Noorthoorn, destacó el espíritu interdisciplinario de la escena artística porteña durante la inauguración de la muestra. “Como museo público nos importa mucho en esta ciudad valorar las artes de todas las disciplinas puesto que vivimos en una comunidad artística multidisciplinaria donde no me canso de decir que son talentosos artistas que trabajan naturalmente en diálogo entre las disciplinas”, sostuvo. Además, subrayó el rol del museo en potenciar ese intercambio: “Es un verdadero orgullo poder presentar a las artes teatrales en el marco de un museo naturalmente ligado a las artes visuales pero que fue fundado con ese espíritu multidisciplinario por su fundador”.
Respecto a la investigación detrás de la exposición, Noorthoorn remarcó el trabajo de los curadores: “La infinita cantidad de archivos que los curadores han estado investigando, mirando, buceando, es inmenso. La infinitud de artistas a los que han visto, a los que han investigado, es un verdadero testimonio del compromiso y la dedicación que han puesto para esta muestra.” También aclaró la perspectiva abierta y plural de la selección de artistas: “La muestra no es totalizante, entonces cuando vemos un listado de artistas son aquellos a quienes los curadores dedicaron un análisis especial pero que están dentro de un reconocimiento plural como fueron estas escenas”.
Finalmente, Noorthoorn resaltó el carácter evocador de la exhibición y su potencial para abrir nuevas puertas a la investigación y la inspiración. “Esta exposición permite acercarnos a los rastros, a una evocación de aquellos que puedan haber sido esas producciones, esos espacios, esas acciones. Espero que sea una invitación para que las generaciones jóvenes luego puedan decir ‘yo tengo que saber más de esto, necesito conocer a mis ancestros’, y que estas 11 escenas sean apenas un punto de partida para que otras instituciones continúen este camino”, concluyó.

Asimismo, Alejandro Tantanian, uno de los curadores de la muestra junto a Andrés Gallina y Florencia Qualina, destacó la importancia de que el teatro llegue al museo y la relevancia de la interdisciplinariedad que caracteriza a la propuesta. “Esta muestra hace hincapié en la interdisciplinariedad, en la transversalidad de las artes, en la posibilidad de contagio de las distintas disciplinas. Además, intenta pensar la relación entre esos lenguajes: entre el teatro y las artes visuales, entre las artes visuales y el teatro, la performance, la música, el diseño, y todas las artes que van a ver ustedes ahora en el segundo piso”, explicó.
Tantanian puso en valor la figura de Roberto Villanueva y el Centro de Experimentación Audiovisual del Instituto Di Tella como ejes fundamentales para entender la genealogía de la escena teatral porteña. “Es muy difícil pensar en un maestro tan enorme como fue Roberto y en la volatilidad que tienen esos nombres. La memoria en este país es algo bastante débil, y la memoria teatral ni les cuento”, expresó, resaltando también que las 11 escenas elegidas en la muestra “escapan de lo que nosotros llamamos realismo hegemónico y masculino, que fue la poética dominante, lamentablemente, hasta el día de la fecha, en el teatro nacional”.
El curador subrayó el carácter disruptivo y político de las escenas seleccionadas, que reflejan contextos de censura, exilio y resistencia. “Los artistas que están en la muestra atravesaron contextos dictatoriales, fueron exiliados políticos, crearon por fuera de las fronteras, fueron perseguidos, censurados, o en el caso de los artistas de los 80, armaron una nueva escena para el teatro de Buenos Aires con las huellas del terror estatal en los cuerpos”, explicó. También reivindicó el valor de la memoria y de los archivos que hacen posible rescatar esas experiencias: “La memoria fotográfica, la memoria del teatro, se la debemos también en gran parte a Gianni Mestichelli, a quien vamos a después pedirle a todos los artistas que vengan a saludar con nosotros”.
Finalmente, Tantanian enfatizó el concepto de la muestra como un recorrido que exige tiempo y dedicación, similar a la experiencia del teatro en vivo. “Esta muestra es una muestra de fantasmas, es una muestra que dialoga con un montón de gente que está acá y viva, pero también con un montón de gente que no está y un diálogo con los muertos. No es una muestra que uno pueda ver rápidamente, sino que necesita del tiempo, un tiempo de expectación lenta, otra cosa difícil de tener en los días de hoy”, concluyó.