La actriz regresa como Sofía Vega en la segunda temporada de “División Palermo”, que ya está disponible en Netflix. Un regreso esperado, filmado con alegría y con la certeza de que no se trata de repetir una fórmula, sino de reinventar una comedia que sorprendió por su enfoque, su irreverencia y su mirada sobre la diferencia.
Con la segunda temporada ya disponible y una enorme expectativa por parte de los fans, “División Palermo” vuelve a meterse en la conversación con su estilo de humor incómodo, filoso y –sobre todo– sensible. Entre las figuras que repiten su participación está Pilar Gamboa, quien interpreta a Sofía Vega, una mujer en silla de ruedas con un carácter tan potente como su presencia escénica. En diálogo con La Vereda, la actriz compartió sus sensaciones sobre este nuevo ciclo de la serie creada por Santiago Korovsky.
“Lo viví con mucho entusiasmo porque fue todo muy inesperado y glorioso lo que pasó con la primera temporada”, aseguró sobre su regreso al set. “Y tener el privilegio de seguir investigando este humor, este universo y con este grupo humano fue todo alegría. Además hubo algo muy bueno y es que más allá de las incorporaciones que hubo de algunos personajes nuevos, ya conocíamos la cabeza de Santi, su manera de filmar y también nos conocíamos entre nosotros, y eso siempre es un tesoro”.
Uno de los puntos más comentados en redes sociales tras el estreno ha sido que los nuevos episodios no intentan replicar el éxito anterior, sino que toman otros caminos narrativos. “Me parece que la mejor cosa que tiene esta temporada es que es muy distinta de la primera. No repite la fórmula, se reinventa y propone otra. Propone más riesgo, eso siempre es festejable. Y también avanza el vínculo entre los personajes ya conocidos en la primera. ¡Es fantástico eso! Y además está muy muy bien filmada”.
Ese salto de calidad no parece casual. Ya en su primera entrega, “División Palermo” se convirtió en una de las series argentinas más comentadas y vistas en Netflix, incluso fuera del país. Pilar lo notó muy pronto: “Creo que lo que hizo que División Palermo conectara con el público es la inserción de un humor nuevo. Los que crecimos en los noventa fuimos parte de un humor más ‘bullynero’, de reírse de los otros, de la diferencia. Y creo que esta serie corre esa línea. Lo distinto se ríe de lo supuestamente normal”.

Esa línea delgada entre lo gracioso y lo hiriente, entre lo incorrecto y lo empático, fue trabajada con mucha precisión desde el comienzo por su creador, algo que la actriz no duda en destacar. “Santiago es el responsable de esa genialidad. Primero porque es empático y también obsesivo. Habló y discutió con cada minoría para entender cómo trabajar ese borde. Santiago es una persona muy amorosa, nada puede salir mal de esa mirada”.
La segunda temporada se presenta con un ritmo más veloz, con giros más arriesgados y un guion ajustado a las nuevas exigencias que se generaron tras el fenómeno inicial. “El guion es más compacto, el ritmo más alocado y el tono igual o superador de la primera. Es distinta y a la vez tiene el mismo color. Es buenísima”, resumió Gamboa con entusiasmo.
Al mismo tiempo, la serie forma parte de una tendencia creciente: la apuesta de las plataformas por producciones locales que desafían los moldes tradicionales de la industria. “Me parece interesante que las plataformas hayan salido a buscar artistas más ‘independientes’ de alguna manera para producirlos. Siento que se arma ahí una fusión que tira abajo ciertas fórmulas ya conocidas para empezar a pensar en nuevas maneras de ver el mundo con la generación más autogestiva desde siempre. Siento que eso es muy interesante y está bueno resaltarlo”.
“División Palermo” sigue su camino como una comedia que no teme incomodar, que mezcla ternura con ironía y que, en esta nueva entrega, redobla su apuesta narrativa sin dejar de lado la sensibilidad que la convirtió en un fenómeno. Pilar Gamboa, desde su personaje y su mirada, es parte esencial de ese universo tan único como necesario.