El aclamado unipersonal “Pundonor”, escrito e interpretado por Andrea Garrote y dirigido por Rafael Spregelburd junto a la propia Garrote, anuncia su despedida de la cartelera porteña.
A partir del 27 de abril, la obra se presentará por última vez en el Teatro Picadero, ubicado en el pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las funciones finales tendrán lugar los domingos a las 18 horas y las entradas ya están disponibles en www.plateanet.com y en la boletería del teatro.
Este monólogo se consolidó como una de las propuestas más potentes del teatro argentino contemporáneo. Desde su estreno en agosto de 2018 en el Centro Cultural San Martín, “Pundonor” ha recorrido un camino imponente, con ocho temporadas en Buenos Aires —las más recientes en el Teatro Metropolitan—, dos temporadas con localidades agotadas en el Teatro de la Abadía de Madrid, una gira por distintas ciudades de España y presentaciones internacionales en Uruguay, Chile, Venezuela, Brasil e Italia. La obra también formó parte de la selección oficial del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA) en 2019 y fue distinguida con la Fiesta Nacional del Teatro ese mismo año.
El reconocimiento a su calidad artística no tardó en llegar: “Pundonor” fue elegido por el Premio Konex 2021 como el mejor unipersonal de la década, mientras que Andrea Garrote fue nominada como mejor actriz protagónica en los Premios Trinidad Guevara de 2019. Su trabajo ha sido destacado en múltiples ocasiones por su precisión dramatúrgica y su notable interpretación.
En escena, Garrote encarna a Claudia Pérez Espinosa, una doctora en Sociología que regresa a las aulas universitarias tras tomarse una licencia. La clase que debe dictar, dedicada a la introducción del pensamiento de Michel Foucault, se convierte pronto en un torrente de desvíos y confesiones. En una situación emocionalmente frágil, la profesora se ve obligada a dar explicaciones sobre su conducta pasada, en un intento de redención que desestructura la lógica académica.
A lo largo de la obra, el personaje transita una tensión constante entre la teoría y la experiencia personal. Vulnerable e impredecible, utiliza su propia historia como ejemplo para desplegar conceptos filosóficos y sociológicos, cuestionando los mecanismos del poder, la idea de libertad y el rol del sujeto en una sociedad atravesada por sistemas de control. “Pundonor” interpela al espectador desde lo más íntimo, desnudando los conflictos internos que nacen cuando la razón ya no alcanza para contener el desborde de lo humano.
El título de la obra alude a ese punto de quiebre, a la herida profunda que atraviesa la dignidad y marca un antes y un después en el modo de estar en el mundo. En esa grieta, tal vez, comience una nueva forma de resistencia, una posibilidad de volver a empezar.
Crédito de foto: Sandra Cartasso