Reabren las puertas de la Casa Fernández Blanco
En el marco de los festejos por el centenario del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, la Casa que lleva su nombre volverá a recibir al público con varias novedades.
De esta manera, la sede ubicada sobre Hipólito Yrigoyen 1420 ofrecerá a sus visitantes la posibilidad de apreciar el Salón Dorado, Sala de pintura y Platería Criolla, totalmente renovados.
La fecha de la reapertura será este jueves 23 de junio a partir de las 17 horas, donde además se ofrecerá un concierto de piano de Bruno Malinverni, intervenciones musicales de Pablo Saraví y Mariana Saraví, y se podrá ver trabajando en vivo al platero Mauro Sabbatini.
En el Hall Central el pianista Bruno Malinverni interpretará obras de autores de fines del siglo XIX y principios del Siglo XX como Debussy, Joyce, Ravel, Durand, Satie y Puccini. En el Salón Dorado habrá intervenciones musicales Pablo Saraví y Mariana Saraví, en los que se utilizarán violines de autoría de Camilo Mandelli, lutier del que se exhiben en la sala dos instrumentos de la colección del Museo.
Dentro de ese contexto, los artistas ofrecerán un dueto de Boccherini de 3 movimientos en formato de performance. En la sala de Platería y Pintura criolla se podrá ver el trabajo en vivo del platero Mauro Sabbatini, quien realizará junto al público una placa conmemorativa por el centenario del Museo Fernández Blanco.
Un poco de historia
El coleccionista Isaac Fernández Blanco encargó en 1901 al arquitecto noruego Alejandro Christophersen la ampliación y remodelación de la casa familiar, donde fundó el primer museo privado en la Argentina abriendo las puertas de su propia residencia, en la que hoy es considerada la única mansión de estilo ecléctico de fines del XIX que queda en el viejo barrio sur de Montserrat y con características de palacete neorrenacentista.
En septiembre de 1921, Fernández Blanco trasladó a su familia a otro domicilio y abrió su casa como museo permanente para toda la comunidad, vendió el edificio a la Municipalidad de Buenos Aires y donó la totalidad de su colección a dicho gobierno, inaugurándose como museo municipal el 25 de mayo de 1922. Fernández Blanco permaneció como Director Honorario hasta 1926.
El Salón Dorado y la Sala de pintura y Platería Criolla fueron renovados y puestos en valor gracias a un subsidio otorgado a la Asociación de Amigos del Museo Fernández Blanco por la Fundación American Express Internacional, a través de The Resource Fundation de los Estados Unidos.