Regresa un emblemático lugar de la cultura mendocina
El Museo Fader, uno de los recintos culturales más emblemáticos de Mendoza, abrirá sus puertas luego de siete años y de haber sido sometido a una extensiva serie de trabajos de restauración.
La cita será el 29 de noviembre, a partir de las 20, momento en que el público podrá apreciar nuevamente del renovado lugar, cuyas tareas de remodelación fueron desarrolladas por profesionales destacados a nivel local, nacional e internacional.
De esta manera, dentro de muy pocos días se podrá volver a visitar el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú Casa de Fader, un espacio lleno de historias, en el que el pasado se une con la vanguardia y que posee una inmensa colección.
Luego de su cierre, ocurrido en 2012, no se tuvieron novedades respecto a su reapertura hasta el 3 de agosto de 2016, momento en que el Gobernador Alfredo Cornejo, junto a Diego Gareca, secretario de Cultura de Mendoza, anunciaron la inversión que realiza la Provincia para restaurar el simbólico espacio de arte.
De esta forma y tras un estudio estructural minucioso, a cargo de un grupo de especialistas en estructuras de la Universidad Tecnológica Regional Mendoza, el Ceredetec, la Dirección de Patrimonio y Museos y el Ministerio de Infraestructura, se decidió conformar las bases para el proyecto de restauración.
El Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú Casa de Fader, concebido para una función activa como cátedra de arte, cuenta con colecciones originales de importantes artistas provinciales, nacionales y con reproducciones de cuadros y esculturas del arte universal. Lleva el nombre del extraordinario artista plástico Fernando Fader, quien pintó los maravillosos murales del hall y de la piscina interna.
La casona donde funciona fue donada por doña Narcisa Araujo de Guiñazú en 1945 y transformada con una original concepción de museo-parque: trazado geométrico de cipreses que forman salas al aire libre para la exposición de esculturas.
Abrió finalmente sus puertas al público en 1951. En 1998, se declaran Bienes del Patrimonio de la Provincia de Mendoza el Edificio del Museo, su Parque y la obra de Fernando Fader, señal del reconocimiento oficial por el valor patrimonial que el museo tiene para la vida de la mencionada provincia.