Ver a Asspera en vivo es una experiencia única. Es un viaje que va desde lo visual, pasando por el absurdo y lo bizarro. Quizá, sería como si el maestro del horror John Carpenter incursionaría en la comedia y aquí encontraría a sus actores ideales.

Pero más allá de cualquier descripción, detrás de todo hay una banda de heavy –o metal bizarro como se denominan ellos- que ofrece una propuesta potente y divertida, gracias a la comunión entre los hermanos Julián y Pit Barret (o mejor dicho Rockardo Asspero y 3,14 Jota) en la guitarra y el bajo, respectivamente, Nicolás Polo (Nicogollo Muñón) en batería y Richar Asspero (Rodrigo Santamaría) en la voz.

La Vereda tuvo la posibilidad de acceder a una distendida charla con Richard quien habló del balance de 2016, el nuevo disco de versiones, próximos proyectos y la gira que la banda dará por casi todo el país.

Cerraron el año con un gran concierto, que tuvo grandes invitados. ¿Qué balance hicieron del año que pasó y que esperan para este año que comienza?

Efectivamente, el año pasado cerramos con un tremendo show en el Teatro Vorterix junto a Adrián Barilari, donde también estuvo presente Susana Asspera (más conocida como Tarja Turunen). Fue una hermosa noche llena de emoción donde la gente colmó el lugar y compartió con nosotros cada locura. El balance fue muy positivo, recorrimos muchas ciudades y provincias que no conocíamos. Grabamos un disco de re versiones de canciones propias en otros géneros titulado “Incogibles” que nos gustó mucho hacer. Editamos un nuevo DVD “Sin depender de nadie” de la mano de nuestros hermanos Fox y Zapata. En síntesis, muy movido por suerte y felices de hacer lo que se nos canta las pelotas (nuestra forma de existencia).

Así como los deportistas hacen una pretemporada para arrancar el año de competencia, ¿cómo se prepara una banda cuyos integrantes tienen tantos proyectos paralelos para hacer una gira por varias provincias?

Asspera es nuestro proyecto principal el cual amamos mucho. Cada año nos juntamos en la habitación del Rubio Salvaje (vive en un conventillo en Villa La Verga, nuestra ciudad natal), destapamos 66 cervezas (cábala), ponemos en repetición el gol del Diego a los Ingleses en un viejo televisor blanco y negro, y entre pitos y flautas craneamos cada paso, cada enfermedad que se nos venga a la cabeza para afrontar cada año. Como verás, nada de otro mundo

¿Hay algunos lugares que les produzca, quizá, un poco más de ansiedad para ir, por ejemplo Viedma después de tantos años?

Todas las ciudades nos causan ansiedad por ir. La pasamos muy bien donde vayamos y eso es fundamental para cualquier proyecto (sea el ramo que sea). A Viedma por ejemplo no vamos hace 9 años, recuerdo fue uno de nuestro primeros shows allí. Queremos seguir recorriendo nuestro amado país y también tener la posibilidad (si se cruzan los astros) de recorrer Latinoamérica y conocer el culo del mundo también (cosa que nos interesa mucho hacer).

En esos casos puntuales, ¿cómo creen que verán a sus seguidores? Ellos seguramente crecieron junto a la banda.

Año tras año vamos creciendo con mucho esfuerzo y trabajo y todos los Assperianos (como los llamamos nosotros) nos han acompañado fielmente. Estamos muy orgullosos de la comunión que existe entre la banda y la gente. Siempre tratamos de dar lo mejor. Seguramente más de un chico o chica que escuchó la banda hace mil años creció y ya fue papá o mamá, o se graduó en la universidad o bien se implanto tetas o cambio de sexo… nosotros los atesoramos de igual manera porque fueron, son y serán parte del camino que transitamos.

Son geniales las versiones de Incogibles. ¿Cómo nació esa propuesta? ¿Alguna de ellas les pareció mejor que su versión original?

Los ensayos de Asspera son muy distendidos. Siempre hacemos estupideces musicales. Improvisamos cosas todo el tiempo, cambiamos las letras y estilos a nuestras canciones. Realmente disfrutamos mucho esos momentos. Merced a esto, no tuvimos peor idea que recopilar parte de todos esos delirios y plasmarlos en un disco. En “Incogibles” pudimos experimentar y divertirnos con otros géneros. Pasamos del Rap al Tango, del Folclore al Industrial, del Grindcore a la balada. Grabamos un disco para divertirnos, y estamos muy contentos.

¿Cómo definirían ustedes la experiencia de verlos en vivo?

He visto grandes artistas en vivo. Artistas actuales y que ya no están. Artistas enormemente gigantes y del total under. Pero tengo la puta desgracia que nunca pude ver Asspera en vivo (risas) -bueno, una vez vi un poquitito cuando me baje a cantar con la gente un tema (Gambeta)-. Ahí pude sentir un ratito a ver que mierda es (risas) y me emocione mucho, debe ser que estamos haciendo las cosas bien o la gente está más loca que nosotros (más risas).

Cumplen con creces el objetivo de sacar una sonrisa sobre el escenario en épocas difíciles. En ese contexto, ¿qué personaje de la política, el espectáculo o lo que fuere, podría ser un miembro de Asspera?

La realidad es Asspera. Siempre tomamos elementos reales y los llevamos a nuestro mundo. Combatimos a los hijos de puta y las desgracias cotidianas desde el humor. Esa es nuestra herramienta y el premio es la sonrisa del que le gusta lo que hacemos. Nos hubiese o hubiera encantado que Tangalanga sea parte de la banda, pero ya el Doctor dejo demasiadas sonrisas y enseñanzas al mundo.

¿Se puede adelantar algo en cuanto al sonido y a la orientación del nuevo disco?

El disco se va a llamar La Concha de Dio$ y viene muy picante, no puedo decir nada si no se rompe mi cábala.

¿Qué show veremos en el Maximus y cuáles son las sensaciones por el hecho de abrir el escenario principal?

Aprovecharemos todo el tiempo necesario para romper cabezas. Lista de temas violenta y poguera, la energía de siempre y seguramente guardaremos sorpresas para compartir.

¡Maximus va a quedar con el culo roto de tanto metal!