Continúan las muestras de Hernán Soriano y Jorge Crowe en Espacio Pla
Hasta el 28 de abril podrá disfrutarse en Espacio Pla las muestras Lapso, de Hernán Soriano y Memoria magnética, de Jorge Crowe, exposiciones que abrieron la temporada 2018 del recinto ubicados sobre Malabia 1841.
Las exposiciones se desarrollan en las dos plantas que posee el Espacio, bajo la curaduría de Maximiliano Turri (Lapso) y de Malena Souto (Memoria magnética).
En primer lugar, Lapso cuenta con 11 realizaciones de Soriano, quien combina la escultura, el assemblage y la instalación. Cada una de sus creaciones fue hecha con elementos descartados, en desuso, cargados de tiempo, forman extraños sistemas de singular belleza.
Por otro lado, estas obras requieren la participación del público, ya que deben ser activadas para revelar la verdadera naturaleza de su existencia: generar sonidos.
En ese contexto, el público apreciará sonidos profundos, inquietantes, extraños y familiares a la vez. Cada uno de ellos a su vez desarrollan herméticos diálogos entre sí, una sonoridad en principio caótica, donde lo emocional y las vivencias sonoras vitales conectan con el espectador, para transportarlo a los límites de sus recuerdos, evocaciones y emociones.
El artista además presenta un site specific en una habitación contigua. Allí los visitantes experimentarán distintas formas que emergen de la trama que cubren las paredes de la habitación, como presencias anómalas, que revelan y a la vez ocultan sensaciones, imágenes de recuerdos y hechos al límite de lo familiar y lo excéntrico.
Por su parte, en Memoria magnética, Crowe abre el juego con una pregunta que devela inquietudes afines en ambas muestras, a saber, ¿Por qué un creador insiste y persiste en animar y otorgarle una existencia a ciertos objetos técnicos de un tiempo en suspenso?
En sus realizaciones, Crowe propone diseños con el fin de ser parte de potenciales máquinas para el consumo doméstico. Si bien fueron descartados, permanecieron atesorados en un hogar de reserva electrónica que los acogió aunque devinieran desperdicio. Existe entre nosotros una suerte de páramo que contiene la memoria de un pasado técnico que es rescatado en esta exhibición.
En su exposición, el artista logra brindar a sus obras un cuerpo vivo y los anima, aunque con un detalle singular: el hecho de poder hablar y dialogar con ellos, lejos de ser un simple interlocutor que se vale de la máquina para hablar de sí mismo.
De esta forma, se puede ser como ellos, sentir la fibra de cada uno de sus signos vitales y así reanimar esos tesoros y ser animado por ellos.
Lapso y Memoria magnética podrán visitarse de miércoles a sábados de 16 a 20, con entrada libre y gratuita.
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