Tabbush, entre la selva y los árboles amarillos: dos universos, una misma energía pictórica

La galería El Socorro será sede, desde el 25 de junio, de una nueva exposición de Roberto Tabbush. “De recuerdos de la selva y de árboles amarillos” propone dos series que exploran paisajes interiores y exteriores desde una fuerza gestual y cromática intensa, con curaduría de Vanesa Catellani y Marcela Costa Peuser.

El artista visual Roberto Tabbush vuelve a mostrar su trabajo en Buenos Aires con una muestra que reúne dos universos visuales y emocionales: “Selvas” y “Amarillos”. La exposición, que inaugura el miércoles 25 de junio a las 18:30 horas en la Galería El Socorro (Suipacha 1331), se podrá visitar hasta el 12 de julio en los horarios habituales de la galería: de 10:30 a 13 y de 17 a 20:30. La propuesta reúne obras recientes, realizadas entre 2024 y 2025, y permite apreciar distintas dimensiones de la sensibilidad plástica de Tabbush.

La primera de las series, “Selvas”, despliega un conjunto de acrílicos sobre tela de gran formato. Allí, el artista se sumerge en una exploración visual y emocional del paisaje selvático sudamericano, no desde el registro literal sino desde una evocación expresiva. La pintura construye un entorno vivo y cambiante, donde predominan las formas orgánicas, las líneas sinuosas, la exuberancia del follaje y una atmósfera húmeda casi táctil.

“El espacio representado es un ambiente selvático, con una vegetación densa y exuberante, se percibe el calor húmedo de esa atmósfera”, señala el texto curatorial. La paleta está dominada por verdes vibrantes, con acentos de amarillos, azules y tierras que contribuyen a generar profundidad, luz y textura. En sus composiciones no hay rigidez ni simetría, sino un dinamismo que nace de la combinación de gestualidad, color y formas expansivas.

Con pinceladas expresivas y uso generoso de materia, el artista busca transmitir “una experiencia de inmersión en un ambiente selvático y primordial”, en palabras de los curadores. Las obras, más que ilustrar, traducen el recuerdo vivido, la memoria sensible de una naturaleza que no es postal, sino presencia. “Puede interpretarse como una evocación de la belleza y la complejidad de los ecosistemas, y una representación simbólica de la conexión entre el ser humano y la naturaleza”, sintetizan.

En contraste y a la vez en diálogo, la serie “Amarillos” propone una mirada diferente, más cercana y a la vez más abstracta, sobre un tipo de paisaje muy específico: los árboles amarillos que iluminan los otoños porteños. En estas obras, realizadas con pastel al óleo sobre papel y en formato mediano, Tabbush parte de la observación directa para luego intervenir con un proceso en el que la destrucción tiene un rol protagónico.

Este acto de ruptura y reconstrucción produce composiciones dinámicas, muchas veces abstractas, donde el árbol amarillo pierde nitidez y se convierte en una figura integrada al conjunto, a veces apenas sugerida. “En otras todo se funde en un conjunto integrado”, señala el texto. Tabbush trabaja en capas sucesivas, superponiendo color, generando texturas y aplicando finalmente una aguada que sella el trabajo.

La mirada del espectador es guiada por un recorrido no lineal, gracias a la multiplicidad de direcciones, tensiones visuales y planos de color que sugieren profundidad. Sin embargo, pese a esta transformación formal, el artista mantiene el foco en no perder la sensación original: “hay una búsqueda y una especial preocupación de Tabbush por no perder esa ‘sensación’ que supo captar del natural, en definitiva no perder la esencia”.

La curadora Vanesa Catellani lo resume así: “construye una iteración de paisajes envolventes y escenográficos, uno puede sentir ese clima, vivir ese torbellino. Y sin dejar de lado su oficio, conserva el espíritu aventurero en el desarrollo de su pintura”.

Roberto Tabbush nació en Montevideo, hijo de padres argentinos. Su vida transcurrió entre ambos márgenes del Río de la Plata, aunque ha recorrido también buena parte del mundo: Europa, África, América del Norte, Centro y Sudamérica. En los últimos años ha centrado su atención en paisajes como la Amazonia y el Pantanal, territorios que resuenan en sus obras más recientes.

Se formó con maestros como Vicente Puig, C. Rivero Rodrigo y Jorge Demirjián, y ha trabajado con óleo y acrílico, aunque a menudo prefiere aplicar la materia directamente con las manos o cartones, buscando reducir la distancia entre el gesto y la tela.

Desde la década del ochenta ha realizado numerosas exposiciones individuales en galerías como Lirolay, Suipacha, El Mensaje y El Socorro, donde esta será su séptima muestra. Participó en cinco ediciones de arteBA y presentó su obra en países como Italia, México, Francia, Uruguay y Bélgica. En 2015 fue seleccionado por el canal Arte de Alemania para protagonizar un capítulo sobre el arte del Río de la Plata. Actualmente vive y trabaja entre Buenos Aires y Uruguay.

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