La nueva entrega de la saga combina nostalgia ochentosa con tecnología de punta y una puesta visual impactante.
La esperada “Tron: Ares”, dirigida por Joachim Rønning y protagonizada por Jared Leto, Greta Lee, Evan Peters y Jodie Turner-Smith, marca el regreso de una franquicia que definió la estética del mundo digital en el cine. Con una ambientación deslumbrante y una potente banda sonora a cargo de Trent Reznor y Atticus Ross, grandes responsables de Nine Inch Nails, la película logra transportar al espectador a una experiencia sensorial tan visual como sonora.
Tras el fracaso comercial de la segunda entrega, “Tron: Ares” consigue recuperar el espíritu que convirtió a la película original de 1982 en un título de culto. Su universo, ahora potenciado por los avances tecnológicos actuales, resulta visualmente fascinante y permite al espectador fantasear con la posibilidad de habitar ese mundo digital.
Lo que más destaca es que la acción no se limita a un solo escenario. Los personajes entran y salen de la red —el mítico Grid—, lo que aporta dinamismo y variedad. Tal vez eso era lo que la secuela anterior había perdido. Además, se agradece el humor sutil, que será bien recibido por quienes vivieron los ochenta y aún conservan el cariño por aquella estética.
Un homenaje a los orígenes, con ritmo y energía
“Tron: Ares” rinde tributo a la primera película sin caer en la copia. Jeff Bridges tiene una participación breve, pero su presencia ilumina la pantalla. Jared Leto compone un personaje correcto, Jodie Turner-Smith (Athena) funciona como villana y Evan Peters, en su rol de nieto de Ed Sullivan, aporta a la historia. La ambientación visual es impecable.
Es una película que se disfruta especialmente en una buena sala de cine, donde la luz y el sonido envuelven por completo. La historia fluye, entretiene y deja una grata sensación al final. Y atención: hay una importante escena postcréditos que vale la pena esperar.
“Tron: Ares” demuestra que aún hay energía en este universo de luces y códigos, y que la nostalgia puede coexistir con la innovación sin perder brillo. Ahora restará saber si el público la acompañará en taquilla para que la franquicia avance, pero esa será ya otra historia.