El cierre del Festival de Verano, llevado a cabo en el Anfiteatro del Parque Centenario, fue un espectáculo al aire libre que destacó por su esplendor. La Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires tuvo el honor de clausurar una programación que ofreció una amplia gama de más de 400 propuestas culturales durante enero y febrero.cultura ba,

dentro de ese marco, más de 100 mil individuos se deleitaron con las numerosas vivencias teatrales, cinematográficas, circenses, musicales, visuales y literarias, todas ellas organizadas por el Ministerio de Cultura de la Ciudad, que transformaron el entorno urbano en un vibrante escenario cultural y recreativo.

“Estamos enormemente complacidos con el éxito del Festival de Verano, especialmente por la participación masiva de los ciudadanos que pudieron disfrutar de experiencias culturales de primera calidad en sus propios barrios” expresó la ministra de Cultura Gabriela Ricardes, quien sostuvo que “desde la magnífica Orquesta Estable del Colón hasta el Ballet Contemporáneo del San Martín, pasando por las representaciones de títeres, La Falcón y los Sonetos de Shakespeare, así como la riqueza de la World Music, entre otras tantas propuestas maravillosas que tuvimos”.

Asimismo, “nos adentramos en espacios habitualmente desaprovechados, como plazas, anfiteatros y parques, siempre buscando estar cerca de nuestros vecinos. La organización de este evento supuso un arduo trabajo por parte del Ministerio, pero sobre todo, fue un esfuerzo titánico por parte de los artistas, quienes rápidamente se sumaron a nuestra visión de promover una cultura de excelencia”, resaltó la titular del área de Cultura porteña.

La noche de clausura del Festival estuvo a cargo de la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la batuta del director debutante, Nicolás Kapustiansky, y con la destacada participación de Ligia Piro como artista invitada. El repertorio incluyó melodías de milongas, tangos y el célebre Malambo de Ginastera.

Entre las diversas actividades desarrolladas a lo largo de estos dos meses, se destacaron propuestas innovadoras que irradiaron esplendor. La música y la danza alcanzaron su máxima expresión cuando la Orquesta Estable del Teatro Colón y el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín abandonaron sus escenarios habituales para presentarse en el Anfiteatro del Parque Centenario, llevando así lo mejor de su arte a los vecindarios. Siguiendo esta misma línea, la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires y la Orquesta del Tango de Buenos Aires brindaron conciertos al aire libre, regalando clásicos populares al público.

Uno de los momentos más conmovedores fue “Sandro por nosotras”, donde mujeres artistas de diversos géneros musicales se unieron para rendir homenaje al inolvidable “Sandro de América”. Además, como parte del Festival de Verano, la Camerata Argentina ofreció un ciclo de música popular en colaboración con Jairo y otros artistas de renombre.

El arte de Shakespeare tuvo su espacio con el espectáculo “Sonetos de William Shakespeare”, que transformó los tres museos porteños de arte colonial en un escenario teatral único. En este mismo entorno, tanto residentes como visitantes tuvieron la oportunidad de sumergirse en composiciones que abarcan diferentes regiones, emociones y paletas armónicas dentro del marco de la World Music.

Asimismo, el espíritu circense se hizo presente en el Festival de Verano con Funhouse, una propuesta de la compañía suizo-argentina Innovacirco que colmó el emblemático Anfiteatro del Parque Centenario y fusionó diversas disciplinas sobre el escenario.

Estas son solo algunas de las más de 400 presentaciones organizadas por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, que se distribuyeron por diversos puntos urbanos y atrajeron a más de 100 mil personas, contribuyendo así a la propuesta integral de verano del Gobierno de la Ciudad que cautivó a medio millón de vecinos y turistas.