Vecinos de Bernal piden por la permanencia del Teatro Don Bosco
Luego de 15 años de actividad ininterrumpida, el Teatro Don Bosco de Bernal deberá cerrar sus puertas, a pedido del colegio que lleva el mismo nombre.
Este recinto, ubicado en el corazón de Bernal, una de las localidades pertenecientes a Quilmes, no solamente ofrece a los vecinos distinguidas propuestas teatrales, sino también se ha convertido en un punto de encuentro para cursos, talleres y concurridas muestras, convirtiéndose en un verdadero emblema del partido.
Con esfuerzo, los docentes y actores Alejandro Pepe y Marisol Vecchi llevaron adelante el emprendimiento desde sus comienzos y aún esperan por la continuidad del teatro.
En diálogo con La Vereda, Pepe sostuvo que ya en 2020 el Colegio Don Bosco se había manifestado sobre el final del teatro. Sin embargo, el comienzo de la pandemia frenó esos planes.
“Pedimos seguir un año más, al menos para recuperar algo de lo mucho que habíamos invertido”, detalló Pepe. Lamentablemente, “este año nos agarró el encierro otra vez y volvimos a perder”.
Pese a los intentos, las autoridades del colegio indicaron que este año no habría vuelta atrás, ya que la idea es “hacer otra cosa”, según cuenta el actor y docente. “Tanto el consejo como la administradora ya estuvieron aquí para planes a futuro”. Esos planes significan un kiosco donde se emplaza el camarín.
Por otro lado, Pepe hace hincapié en que “es medio ambiguo lo que nos dicen, pero quieren hacer un ateneo cultural” y de este modo, “seguir con cursos y talleres pero dictados por ellos y para el alumnado de la escuela”.
Más allá de la pésima noticia recibida para el ámbito de la cultura quilmeña, fueron los vecinos quienes mostraron su indignación ante la medida tomada, pidiendo que se replantee la decisión y que de esta forma, el teatro Don Bosco pueda continuar.
“La gente reaccionó porque ahora empezamos con las muestras, que incluso ya son pedidas para el año que viene”, manifiesta Alejandro. Esta acción que lleva ya 15 años generó un acostumbramiento por parte del público que proyecta actividades y de esta forma se convierte en parte activa del recinto.
“Cuando avisamos que no continuaríamos, muchos vecinos se pusieron mal. Dijimos que no podemos hacer nada, porque incluso ya propusimos muchas cosas, pero no hubo caso”, explica el teatrista.
Con lógico pesar, Pepe detalla que “estamos tristes por todo lo que se invirtió y se trabajó”, indicando que las actividades oficiales del teatro se extenderán hasta el 19 de diciembre.
“Ese día ya tendríamos que desmontar la sala. En principio guardaremos todo donde podamos y después veremos si nos trasladamos a otro lado”, completó.
Ambos teatristas se encuentran “haciendo el duelo…es así, básicamente ellos tienen otros intereses y ya no estamos en los planes de ellos”.