“Cuando todo esto haya terminado” abrió sus puertas en la Casa Nacional del Bicentenario con una propuesta potente y conmovedora que, a través del textil, cuestiona las formas de producción, el peso simbólico del dinero y las condiciones laborales invisibilizadas.
La imagen del dólar, su desgaste, su carga ideológica y su lugar como símbolo de poder económico son el punto de partida de “Cuando todo esto haya terminado”, la muestra del artista Yaya Firpo que puede visitarse hasta el 22 de junio en el tercer piso de la Casa Nacional del Bicentenario, ubicada en Riobamba 985, en la ciudad de Buenos Aires. La entrada es libre y gratuita, y la exposición está abierta de miércoles a domingos de 15 a 20 horas.
Curada por Florencia Nieto, la exhibición reúne más de veinte piezas textiles que el propio artista comenzó a confeccionar en 2016, en el marco del proyecto “Taller clandestino”, realizado en la misma institución. Aquella experiencia, parte del ciclo “Casa Tomada”, consistió en una acción performática donde Firpo contrató a costureras reales —algunas de ellas provenientes de talleres de Once— para coser dinero. Algunas de esas obras, nacidas de esa práctica que mezcla arte, oficio y denuncia, forman parte ahora de esta nueva instalación.
“¿Por qué trabajar con dólares? Qué mejor manera de hablar del trabajo, la explotación y la escasez que a través de la materialidad misma del dinero”, explica el texto curatorial firmado por Nieto, quien agrega que la exposición “ralentiza la lógica del intercambio y transforma el billete en objeto de contemplación”.
Firpo, nacido en Victoria, Entre Ríos, en 1973, tiene una vasta trayectoria como artista visual, diseñador de vestuario y escenógrafo. También ha trabajado junto a referentes como Fermín Eguía, Pablo Suárez y León Ferrari, con quien colaboró durante más de una década. Desde su primera formación en la Escuela de Bellas Artes “Dr. Raúl Trucco”, ha construido una mirada estética que combina el oficio artesanal con una fuerte impronta crítica.
En esta propuesta, el bordado funciona como un vehículo para pensar el trabajo manual en su dimensión más cruda. “Cada puntada, cada cambio de hilo, registra el tiempo y el esfuerzo del cuerpo que lo ejecuta. A través del bordado, una práctica históricamente ligada al trabajo invisible y al oficio manual, se inscriben las contradicciones de un modelo que mercantiliza incluso los actos más íntimos de la creación”, detalla el texto curatorial.
Las piezas exhibidas no son solo objetos estéticos, sino parte de una acción performática que, como señala Nieto, “pone en escena un relato incómodo: la explotación —del propio artista, de sus colaboradores, del sistema en su conjunto— y la precarización como condición estructural de la producción artística y artesanal”.
Firpo no se corre de esa tensión. Al contrario, la asume con brutal honestidad: “El artista trabaja en su proyecto: se autoexplota y explota, no denuncia, no opina, no busca crear conciencia. Se expone como un explotador, lo reconoce. Confía ciego en su proyecto”, señala el artista en un testimonio incluido en la muestra.
El título de la exposición, “Cuando todo esto haya terminado”, alude a esa promesa siempre postergada de un tiempo mejor, de un cambio estructural que nunca llega. En ese sentido, el montaje no busca ofrecer respuestas sino encarnar un estado de cosas: el circuito de lo ilegal, lo precarizado, lo que subsiste en las sombras del sistema económico, artístico y social.
La curadora Florencia Nieto, formada en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y licenciada en Artes Visuales por la Universidad del Museo Social Argentino, aporta una mirada precisa y poética sobre el universo que propone Firpo. Con experiencia en museos, galerías y proyectos de autogestión como Terciopelo Negro, Nieto vuelve a encontrar en esta muestra una síntesis entre arte, política y reflexión crítica.
“Cuando todo esto haya terminado” no es una exposición sobre el futuro. Es una muestra sobre lo que ya está ahí, aunque a veces se decida no verlo. Yaya Firpo no propone una utopía: borda, con el hilo de la incertidumbre y la fragilidad, un retrato descarnado del presente.