El actor habló en La Vereda Radio sobre su debut como director con “Los pilares de la sociedad”, que se presenta en el Teatro Alvear.
En diálogo con La Vereda Radio (sábados de 16 a 18 por MURK TV), Jorge Suárez contó cómo llegó su primera experiencia como director con “Los pilares de la sociedad”, la emblemática obra de Henrik Ibsen publicada en 1877. “Es una obra compleja, didáctica, con una enorme vigencia. Habla del valor de la mujer, de la corrupción, de la hipocresía, de todo lo que sigue sin resolverse. Lo interesante es cómo Ibsen muestra una vida política tan repugnante como la de ahora”, señaló el artista, que celebra cada función como un logro compartido.
Suárez recordó que la propuesta surgió de Martín Seefeld, protagonista junto a Eleonora Wexler, quien sugirió su nombre para dirigir la puesta. “Yo pensaba que iba a dirigir cuando fuera más grande, pero me tentaron con este desafío. Y acá estoy, dirigiendo Ibsen como primera experiencia. Tuve la ayuda de Eduardo Gondell como director adjunto, porque vengo de una operación importante. Pensé que solo podría ensayar un par de veces por semana, pero el teatro te levanta de la cama. Ensayábamos seis horas por día y eso me salvó”, expresó.
A la hora de formar el elenco, Suárez apeló a su larga trayectoria y a los lazos del oficio: “Hace 45 años que hago teatro, tengo amigos de toda la vida y llamé a quienes admiro y respeto. El 99% me dijo que sí. Armamos una adaptación con Juan Carlos Fontana, Martín Seefeld y Carolina Solari. La original dura cuatro horas y logramos una versión de dos, que se sostiene perfectamente”.
Trabajar al borde del abismo
Sobre el primer ensayo, el actor y director relató que reunió a todo el equipo y les propuso “trabajar en el borde, en el abismo”. “No quiero nada correcto. Me interesa que cada uno busque su precipicio, que se mueva el piso, que nada esté dado por sentado. Y eso generó algo muy potente: aunque no tuvieran ensayo ese día, todos venían igual a mirar a sus compañeros. Fue un proceso muy amoroso y muy profesional”.
El estreno lo vivió “retorciéndose en una silla”. “Fue muy movilizante porque venía de un momento de salud difícil y de repente estaba estrenando como director en el Teatro San Martín, en la sala Alvear. Esas cosas te hacen entender que si no lo hacés hoy, quizás no lo hacés nunca más”, reflexionó.
Consultado sobre cómo se siente del otro lado, Suárez destacó que “hay muy pocos directores de actores”. “Muchos se enfocan en la puesta o en las luces, pero pocos dedican tiempo al trabajo interior del actor. Yo tuve directores extraordinarios y otros no tanto. De los buenos aprendí mucho, de los otros, también”.
Entre las enseñanzas que lo marcaron, compartió una fuerte imagen: “quedate al borde del precipicio y en algún momento tirate. Cuando te tirás, vas a ver que en la mitad del camino, de esa bajada infernal, van a nacer las alas, en donde vas a empezar a volar. Esa es la creación, eso es lo que nos lleva a poder realmente intentar crear” y agregó: “Si vos te quedás en tu lugar quietito y haces las cosas correctas, vas a estar correcto. Y eso, la verdad, a mí no me interesa. Yo prefiero jugarme, tirarme, y que en algún momento nazcan las alas y empezar a volar. Porque si no, no es algo atractivo. El de una pintura correcta, bueno, qué sé yo, está bien, está correcta, está bien, pero cuando una pintura te conmueve, que no podés sacarle los ojos de encima, que te saca de lo cotidiano, de lo real, uno se siente modificado, te sentís a gusto, te sentís flotando. Hay algo hermoso cuando sucede en el arte.”.
Al reflexionar sobre Ibsen, Suárez lo definió como “un adelantado total”. “Hablaba del lugar de la mujer, de la contaminación ambiental, de la hipocresía social. Le incendiaron un teatro por escribir “Casa de muñecas”, y sin embargo siguió. Cuando me ofrecieron un Ibsen, no podía decir que no”.
“Los pilares de la sociedad” se presenta en el Teatro Alvear, de miércoles a domingo a las 20, con entradas disponibles en el sitio oficial del Complejo Teatral de Buenos Aires.
Fotos: Carlos Furman