Avec un peu plus 6 années d'expérience, et grâce à 500 concerts dans tout le pays, Le Olestar est passé d'une timide tentative de mélanger les genres comme opposés comme la cumbia et le rock punk à une réalité qui a déjà publié trois albums studio, dos EP y un DVD.

Dans ce contexte, La Vereda entrevistó a Yasser Eid, guitarrista que al comienzo –y al igual que sus compañeros- “no esperaba nada de lo que nos está pasando ahora”, ya que “arrancamos como un grupo de amigos, pasándola bien durante una noche, y terminamos como un grupo de amigos con este proyecto”.

Todo comenzó con el clásico tropical “Nunca me faltes”, de Antonio Ríos; canción que el grupo empezó a tocar, mezclándola con los sonidos del punk y que al otro día fue “subida de forma muy casera a Youtube”, según contó Yasser, agregando que “la gente se copó y le dimos para adelante”.

Desde ese momento el grupo supo estar de gira tal como lo implementó León Gieco, de Ushuaia a La Quiaca, sumando también conciertos en Chile y Uruguay, con una propuesta que tiene como principal herramienta alejar los prejuicios.

¿Tenían miedo al principio del ambiente que podían encontrar?

Teníamos esa sensación del ‘qué podía pasar’. Quizá la gente lo iba a tomar bien, o tal vez estaba la posibilidad que pensaran ‘¿qué hacen estos ladrones?’ mais, como se nota que lo hacemos con mucho respeto y ganas, poniendo también una vuelta de rosca, mechando temas clásicos del rock o punk, eso se fue alejando.

¿Qué recuerdos les quedaron del primer concierto?

En Youtube aparece un video llamado “Olestar, el documental”, que es algo hecho en chiste, pero con imágenes de nuestro primer recital que fue en el Salón Pueyrredón, que es la meca del punk rock en Argentina. Ahí dijimos ‘si sobrevivimos a esto, que es el punk más radical, ya estamos para cualquier parte. Y así fue.

Después vino nuestra primera fecha en Capital y comenzaron a suceder los recitales y las fiestas Allsides (que cariñosamente pronunciamos Alcides). La gente empezó a venir, nos llamaron y tocamos en todos lados…era muy loco tocar un día con Sergio Denis y al otro con 2 Minutes. Fue muy loco haber pasado de ese primer recital a conciertos nuestros con tanta gente, con un público variado.

¿Qué público ven desde arriba del escenario?

Público punk, chicos que después quizá van a bailar a algún lugar top…es un crisol de gustos musicales que está buenísimo.

¿Comenzaron las llamadas de colegas cuando arrancaron?

Nuestro padrino es Antonio Ríos, el más grande de todos. Él cuando escuchó la versión de su tema nos llamó para felicitarnos y terminamos haciendo un video junto a él. Después nos llamó Hernán de Mala Fama que nos dice cuándo haremos un tema de él. Tenemos la suerte de haber pegado onda con músicos de la movida tropical, que nos trataron más que bien, incluso mejor que dentro del rock. Tocamos cuatro o cinco veces en Pasión de Sábado, convirtiéndonos en la primera banda de rock que tocó ahí y después también fuimos la primera banda de cumbia en Vorterix.

¿Se sienten pioneros de un estilo?

Somos lo contrario a Agapornis y en eso sí somos pioneros, Los Olestar le dio a la cumbia el toque del rock.

¿Qué les queda para el resto del año?

Tenemos varias fechas por el interior, iremos a Chaco, missions, eventos privados, fiestas en Buenos Aires y en febrero se viene una gira por México con once fechas, un sueño realmente. Empezaremos en el encuentro de tatuajes más importantes que tienen y desde ahí se armó la gira por el país del picante. la 2019 será un año intenso.

¿Qué se puede adelantar del trabajo que estarán realizando?

Estamos proyectando un disco nuevo y ya estamos trabajando con temas de Rodrigo y Ramones, esa locura se llamará “Potrones”